(Washignton DC – 19 julio 2019).- El cardenal Daniel DiNardo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y arzobispo de Galveston-Houston, publicó una declaración, por la que responde al temor generado por el anuncio de acciones generales de inmigración por el Departamento de Seguridad Nacional y su nueva Regla Final Provisional de la Administración, que tiene como objeto el limitar drásticamente el asilo de migrantes.
En su escrito, el Card. DiNardo condena las acciones generadoras de pánico entre la población inmigrante, destinadas a evitar con este sistema violento, que personas que huyen de sus países por situaciones extremas, busquen refugio en Estados Unidos.
Transcribimos a continuación el texto completo del documento:
“Las acciones de cumplimiento como las anticipadas esta semana por la agencia de Inmigración y Control de Aduanas separan a las familias, causan el sufrimiento inaceptable de miles de niños y sus padres y crean un pánico generalizado en nuestras comunidades. Condeno este enfoque, que ha creado un clima de temor en nuestras parroquias y comunidades en todo el país. Hace poco le escribí al Presidente pidiéndole que reconsiderara esta acción.
Una evidente intención de estas acciones es disuadir a los centroamericanos, quienes huyen por sus vidas, de buscar refugio en los Estados Unidos. Esto es erróneo e insostenible. Es contrario a los valores estadounidenses y cristianos pretender evitar que las personas emigren aquí cuando huyen para proteger sus vidas y procurar la seguridad de sus familias.
Además de este ambiente de miedo, hemos visto a la Administración tomar este martes acciones que son inaceptables, cuyo fin es socavar la capacidad de las personas y las familias de buscar protección en Estados Unidos. La nueva regla de la Administración sobre la elegibilidad para el asilo presenta un enfoque similar de inmigración. La regla agrega más barreras a la capacidad de los solicitantes de asilo para acceder a la protección para salvar vidas, elude nuestro deber moral y evitará que Estados Unidos asuma su papel principal en la comunidad internacional como proveedor de protección de asilo. Además, mientras se sigue revisando la regla, el análisis inicial plantea serias dudas sobre su legalidad.
Insto al Presidente a que reconsidere estas acciones, la nueva regla y su enfoque de cumplimiento obligatorio. Solicito que se permita a las personas que huyen por sus vidas buscar refugio en los Estados Unidos y que se les dé el debido proceso a todas las personas que enfrentan procesos de deportación. Todos los que se encuentran junto a nuestras fronteras o dentro de ellas, deben ser tratados con compasión y dignidad. Más allá de eso, una solución justa a esta crisis humanitaria debería centrarse en abordar las causas fundamentales que obligan a las familias a huir y promulgar una reforma humanitaria de nuestro sistema de inmigración.
El Papa Francisco, en su mensaje para el Día Mundial de los Migrantes y Refugiados 2019, nos recuerda que ‘la presencia de migrantes y refugiados, y de las personas vulnerables en general, es una invitación a recuperar algunas de esas dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y nuestra humanidad que corre el riesgo de ser pasada por alto en una sociedad próspera’”.
* Traducción de la declaración del Cardenal DiNardo: Miguel Guilarte, USCCB