(zenit – 25 febrero 2020).- “El acceso a los servicios (de apoyo) es limitado o excluido para grupos de personas en determinadas condiciones como las personas sin hogar, los solicitantes de asilo y los migrantes indocumentados”.
Este es parte del análisis que traza el informe “Fomento del acceso a los servicios de apoyo a las personas para salir de la pobreza”, promovido por Cáritas Europa y presentado en los últimos días en Bruselas, indica un artículo publicado en L’Osservatore Romano.
Este documento incluye recomendaciones para que la Unión Europea aborde esos desafíos y aumente el impacto positivo de la prestación de servicios, incluso para los grupos más desfavorecidos de la sociedad.
Evaluación y objetivo
Así, la organización benéfica evaluó la situación en Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Francia, Finlandia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Luxemburgo, Malta, Portugal y la República Checa, con respecto a tres áreas comunes (servicios públicos de empleo, políticas de vivienda y servicios de educación y atención a la primera infancia), a las que se añaden otras áreas específicas de cada país.
El objetivo de esta evaluación, explica Maria Nyman, secretaria General de Caritas Europa, es hacer que la voz de los excluidos de nuestras sociedades sea escuchada por los responsables políticos a nivel nacional y europeo”.
En general, el estudio indica que la mayoría de las prestaciones sociales y de asistencia están destinadas a grupos de población específicos, pero frecuentemente “no están suficientemente adaptadas a las necesidades de cada usuario y, por lo tanto, no pueden dar respuestas adecuadas a necesidades específicas”.
Vivienda
El reporte indica que las políticas de vivienda social en Europa “no son capaces de ofrecer una respuesta a las personas que buscan un hogar estable y definitivo”.
En algunos países europeos se ha hecho patente la falta de medidas de apoyo a las políticas de vivienda, así como la falta de información adecuada y “criterios demasiado restrictivos para acceder a los servicios”.
Servicios públicos de empleo
En lo que respecta a los servicios públicos de empleo, quienes tienen mayores dificultades para acceder y utilizar estas prestaciones “son las personas de origen inmigrante, en particular los solicitantes de asilo, los refugiados, los romaníes y los sin techo”.
No obstante, la situación también es complicada para otros grupos sociales, como los ancianos, las personas escasamente instruidas, los jóvenes que buscan trabajo y los discapacitados. En Italia, por ejemplo, la principal dificultad es que esos servicios no están extendidos por todo el país o solo se concentran en los centros más grandes.
Primera infancia y otros servicios
La evaluación global de Cáritas Europa sobre los servicios para la primera infancia es “bastante positiva” pero con “una serie de cuestiones críticas”. En el caso de Italia, por ejemplo, “en la parte meridional del país estos servicios suelen estar ausentes”.
Asimismo hay situaciones como la finlandesa en las que las prestaciones han empeorado porque durante el período 2015-2019 el Gobierno suprimió el “derecho de asilo” para los hijos de padres desempleados y los niños con antecedentes de inmigración.
El informe de Cáritas Europa examina después otros tipos de servicios, como los destinados a las personas sin hogar, que son “deficientes” como lo son los datos oficiales sobre la magnitud del problema, aunque identifica “un aumento del número de personas que duermen en la calle como en Irlanda, Luxemburgo y Bélgica”.
Reformas necesarias
En la tercera parte del informe se apuntan las reformas necesarias e implementadas, empezando por el salario mínimo. Después, país por país, se enumeran las reformas de política que “han tenido un impacto (positivo o negativo) en la reducción de la pobreza, la exclusión y la promoción del acceso a los derechos sociales”, indicando también qué reformas sería necesario emprender a nivel local.
En el caso de Italia se indica la puesta en marcha de un importante programa de inversiones capaz de generar empleo juvenil.
Finalmente, de acuerdo al L’Osservatore Romano, Cáritas Europa subraya el importante papel que desempeñan los fondos europeos (FSE y FEAD) en la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Según la organización de la Iglesia, los recursos de la FSE y la FEAD han sido generalmente utilizados adecuadamente para combatir las desigualdades en los países de la UE.