ROMA, 13 dic 2000 (ZENIT.org).- Tras noviazgos de gran duración, quizá deciden convivir pero los italianos no piensan en casarse. Este es el resultado de una investigación sobre la vida de pareja publicada hoy por el Instituto Nacional italiano de Estadística (ISTAT).
El ISTAT ha usado una muestra de más de 20.000 familias con un total de casi 60.000 individuos. El resultado de la investigación, relativa a 1998, no deja dudas sobre la pérdida de atracción del matrimonio entre las jóvenes parejas.
En cambio, el noviazgo dura mucho más tiempo y sobre todo se amplía la permanencia de los jóvenes en la familia de origen, debido en buena parte a de la duración de los años de estudio. La duración del noviazgo, de hecho, crece en manera proporcional al nivel de estudios. En el caso de las mujeres licenciadas o diplomadas, casadas después de 1987, el noviazgo ha durado una media de 5 años, en comparación con los 3 años de las mujeres con estudios primarios.
Aumenta también el número de parejas que convive antes del patrimonio (12,8%), así como el porcentaje de parejas que no prevén casarse o están indecisas al respecto.
Cuando deciden casarse, sin embargo, los italianos lo hacen a lo grande, con fiestas y recepciones en el 87% de los casos.
¿Y luego? La vida de pareja bajo el mismo techo está siempre monopolizada por los hijos: son ellos, de hecho, uno de los principales argumentos de discusión, y motivo de desacuerdo, entre los miembros de la pareja; pero jugar y salir con los hijos es también una de las actividades más frecuentemente compartidas por marido y mujer.
Las novedades más interesantes se refieren justamente a los noviazgos.
Han cambiado también los lugares predilectos de encuentro del futuro marido: si el 23,3% de las mujeres casadas antes de 1958 conoció al marido a través de la vecindad, el 18% en casa de los parientes y el 17% en fiestas del pueblo; para las mujeres casadas tras el 1987 (sobre todo en las regiones del centro-norte) las «celestinas» han sido sobre todo las fiestas entre amigos (14,6%), la discoteca (9,9%), los lugares de vacaciones (8,7%) y la Universidad (6,7%).
En el sur, en cambio, permanece un número importante de mujeres casadas que han conocido a la pareja en casa de amigos o parientes (24%), mientras que para el 20% el encuentro decisivo se ha dado en la calle (contra el 10% del centro-norte).