En Grecia, el número de llegadas por mar este año superó ayer el medio millón con la llegada de cerca de 8.000 personas a las islas griegas del Egeo, elevando el total a 502.500 personas. Hasta ahora, el número total de llegadas en Europa a través del Mediterráneo es de más de 643.000.
Lo indicó en un comunicado la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) precisando que el incremento de llegadas a Grecia ha aumentado enormemente la presión en la acogida en las islas. Muchos de los refugiados y migrantes están desesperados por proseguir su viaje, temiendo el cierre de fronteras a su paso. El martes había más de 27.500 personas en las islas, entre quienes esperaban para registrarse y las que aguardaban el traslado hacia la península helénica. Durante la jornada del domingo y lunes (19 y 19 de octubre) fue preciso aumentar la presencia policial para controlar la caótica situación.
«Es crucial que las condiciones de acogida tanto en Grecia como en otras partes de Europa se adecúen a la situación. De no ser así, el programa de reubicación acordado por Europa en septiembre se pondría en peligro y podría fracasar», declaró la portavoz de ACNUR, Melissa Fleming durante una conferencia de prensa en Ginebra.
Tras las caóticas y tristes escenas de los últimos días, se han reabierto las fronteras a lo largo de la ruta de los Balcanes. En la frontera de Serbia con Croacia, desde el domingo hasta última hora de la tarde del lunes unas 3.000 personas quedaron a la espera en medio de la incertidumbre, bajo la lluvia, sin cobijo y con una asistencia mínima.
«El personal de ACNUR y de otras organizaciones proporcionó toda la ayuda que pudo en un plazo tan breve, incluyendo comida, agua y mantas. No obstante, muchas personas, entre ellas ancianos, mujeres embarazadas y personas con discapacidad física grave, quedaron empapadas por la lluvia, registrándose casos de hipotermia», añadió Melissa Fleming, destacando que se produjeron escenas similares en la frontera de Croacia con Eslovenia.
En las islas griegas del Egeo, ACNUR lamenta la nueva oleada de muertes de personas que intentaron cruzar por mar desde Turquía a Grecia. En los últimos nueve días han muerto 19 personas en cinco incidentes separados, prácticamente la mitad de ellas durante el fin de semana. Algunos de los fallecidos eran bebés y niños.
Los refugiados con los que los equipos de ACNUR pudieron hablar durante el fin de semana, contaron que los traficantes ofrecen ahora descuentos por cruzar con mal tiempo y por trasladar a más personas en los botes.
Por lo menos 123 personas han muerto o desaparecido en lo que va de año en aguas territoriales griegas (en total, en lo que va de año al menos 3.135 persona han fallecido en el Mediterráneo).
«Al ACNUR le preocupa la posibilidad de que esta cifra siga aumentando a medida que la gente trate de adelantarse a la llegada del invierno, así como por temor a un nuevo cierre de fronteras. La Agencia de la ONU para los Refugiados insta a que las operaciones de búsqueda y rescate se refuercen en esta zona para reducir riesgos», señaló Melissa Fleming.
Para hacer frente a la situación actual en Europa y reducir los movimientos secundarios irregulares, ACNUR señala que es necesario que poner en marcha distintas medidas de estabilización en los países de primer asilo y en todos los países de movimientos secundarios. Estas medidas incluyen un fuerte apoyo a los países que acogen a la gran mayoría de refugiados sirios, iraquíes y afganos; campañas de información sobre los peligros de los viajes por mar y el desarrollo de vías legales para poder solicitar protección en Europa.
«Los países europeos afectados por movimientos secundarios deben esforzarse para crear una sólida capacidad de recepción y registro para que el programa de reubicación funcione», añadió Melissa Fleming.