El Papa: los íderes musulmanes deben condenar el terrorismo

En el Santo Padre respondió a las preguntas de los periodistas durante 45 minutos en el vuelo de regreso de Estambul y habla de terrorismo, ecumenismo, diálogo interreligioso y el Sí­nodo

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No se puede decir que todos los musulmanes son fundamentalistas. Y Francisco le dijo al presidente turco, Erdogan «que sería muy hermoso condenarlos (a los terroristas) claramente; lo deberían hacer con los líderes académicos, religiosos, intelectuales y políticos. Así lo escucharían de la boca de sus líderes». El Papa afirmó que es necesario que haya una condena mundial por parte de los musulmanes que digan «no, el Corán no es esto». Son palabras del Pontífice en el avión destino Roma, respondiendo a los periodistas que le acompañaban en el vuelo de regreso de su viaje apostólico a Turquía del 28 al 30 de noviembre.

Abordando el tema del diálogo interreligioso el Santo Padre indicó que tuvo la conversación más hermosa en este sentido con el presidente de Asuntos Religiosos, el profesor Mehmet Gormez, y su equipo.  Además contó que «cuando vino el nuevo embajador de Turquía a entregar sus credenciales, vi a un hombre excepcional, un hombre de profunda religiosidad. Ellos dijeron: ‘Ahora parece que el diálogo interreligioso ha llegado a su fin. Debemos dar un salto cualitativo. Debemos hacer el diálogo entre personas religiosas de diferentes pertenencias’. Esto es hermoso: hombres y mujeres que se encuentran con otros hombres y con otras mujeres para intercambiar experiencias; no se habla de teología, sino de experiencia», explicó.  

Por otro lado, Francisco aclaró cómo fue su oración en la mezquita, que tantos titulares ha ocupado en los medios de comunicación de todo el mundo. «Yo fui a Turquía como peregrino, no como turista» y «cuando fui a la mezquita no podía decir: “¡Ahora soy un turista!”. Y explica «vi aquella maravilla, el gran muftí me explicaba muy bien las cosas, con mucha mansedumbre, me citaba El Corán, cuando habla de María y de Juan el Bautista. En ese momento sentí la necesidad de rezar. Le pregunté: “¿Rezamos un poco?” Y él me respondió: “Sí, sí”. Yo recé por toda Turquía, por la paz, por el muftí, por todos y por mí… Dije: “¡Señor, acabemos con estas guerras!” Fue un momento de oración sincera».

También hablaron de ecumenismo en el avión, Francisco indicó que el mes pasado, en ocasión del Sínodo, vino como delegado el metropolita ruso Hilarion y le quiso hablar «no como delegado del Sínodo», sino como «presidente de la Comisión del diálogo ortodoxo-católico». «Yo creo que con la ortodoxa estamos en camino», afirmó el Papa en el avión, pero también exclamó que «si tenemos que esperar a que los teólogos se pongan de acuerdo… ¡No llegará nunca ese día!»

Sobre el patriarca de Moscú, Kirril, el Papa señaló que quiere verle, le ha hecho saber que  «donde quieras tú, nos encontramos; si me llamas, voy». Pero explicó que con la guerra en Ucrania ahora el patriarca tiene muchos problemas. «Ambos queremos encontrarnos y seguir adelante. Hilarion propuso una reunión de estudio de la Comisión sobre el tema del primado. Hay que continuar con la petición de Juan Pablo II: “Ayúdenme a encontrar una fórmula de primado aceptable para las Iglesias ortodoxas», precisó.

Y sobre el primado de la Iglesia, Francisco explicó a los periodistas que para encontrar una fórmula aceptable debemos ir al primer milenio. «No digo que la Iglesia se haya equivocado (en el segundo milenio), ¡no! Hizo su camino histórico. Pero ahora el camino es seguir adelante con la petición de Juan Pablo II».

Como ya hizo en el vuelo de regreso de Corea, el Santo Padre manifestó su disponibilidad para ir a Irak por la situación dramática que miles de personas están viviendo allí. «Quería ir a un campo de prófugos, pero se necesitaba un día más y no era posible por muchas razones, no solo personales», indicó. Por eso pidió estar en Estambul un poco con los chicos refugiados que albergan los salesianos. «Yo quiero ir a Irak», afirmó el Papa en el avión, pero explicó que habló con el patriarca Sako y que por el momento no es posible.

Sobre esta «tercera guerra mundial por partes» de la que el Papa ya ha hablado en otras ocasiones, retomó el problema del tráfico de armas. A propósito dijo: «El año pasado, en septiembre, se decía que Siria tenía armas químicas: yo creo que Siria no era capaz de producir armas químicas. ¿Quién se las vendió? ¿Tal vez algunos de los que después la acusaban de tenerlas? Sobre este asunto de las armas hay demasiados misterios».

Otro tema sobre el que le preguntaron en el avión fue el genocidio de lo armenios. Al respecto Francisco recordó que Erdogan escribió una carta en la fecha del aniversario del genocidio, que algunos juzgaron demasiado débil. «Pero fue un tender la mano, y esto siempre es positivo. Puedo tender la mano mucho o poco, pero esto siempre es positivo», señaló. Y añadió que si se pudiera abrir la frontera turco-armenia sería algo hermoso.  Por eso, el Papa pidió rezar por esta reconciliación entre los pueblos.

Finalmente, el Pontífice dio unas observaciones sobre el Sínodo de la Familia recientemente celebrado en Roma. «No es un parlamento, es un espacio protegido para que se pueda hablar sobre el Espíritu Santo», afirmó. Además precisó que él no está de acuerdo con que se diga públicamente: ‘Este dijo esto’, sino que se haga público solamente lo que se dijo.

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ZENIT Staff

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