El papa Francisco recibió esta mañana en audiencia al Consejo de Economía, en la sala Clementina del Palacio Apostólico. El Consejo de Economía (CE) asesora y da las líneas a la Secretaría de Economía, que las ejecuta.
El Santo Padre les recordó que en este trabajo de transparencia en el que se ha empeñado la Santa Sede “el recorrido no será simple y requiere un coraje y determinación”.
El Pontífice explicó que el CE “tiene un rol significativo en este proceso de reforma”, porque “tiene la tarea de vigilar la gestión económica, y vigilar sobre las estructuras y actividades financieras de estas administraciones”. Y que desarrolla su actividad en estrecha relación con la Secretaría de Economía.
“Agradezco al cardenal Pell por su esfuerzo y su trabajo”, dijo el Papa, e indicó que “el Consejo representa a la Iglesia universal: ocho cardenales de diversas Iglesias particulares, siete laicos que representan a varias partes del mundo y que contribuyen con su experiencia a bien de la Iglesia en su particular misión, los laicos son miembros con pleno título en el nuevo Consejo”.
“El trabajo del Consejo -quiso precisar el Santo Padre- es de gran peso y de gran importancia porque ofrecerá una contribución fundamental al servicio desarrollado por la Curia Romana y las varias administraciones de la Santa Sede”.
“Les deseo un buen trabajo -concluyó el Santo Padre- y les agradezco mucho por la labor que hacen y harán. Y recen por mí que lo necesito”. Con el motu proprio Fidelis dispensator et prudens, del 24 de febrero de 2014, el papa Francisco creó el Consejo de Economía cuyo coordinador es el cardenal Reinhard Marx. El CE tiene la tarea de proporcionar orientación sobre la gestión económica, de supervisar las estructuras, las actividades administrativas y financieras de los dicasterios de la Curia Romana, de las instituciones relacionadas con la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano. Se compone de quince miembros, ocho de los cuales son elegidos entre los cardenales y obispos para reflejar la universalidad de la Iglesia, y siete laicos expertos de varias nacionalidades con competencia financiera y profesionalidad reconocidas.
La Secretaría de Economía, en cambio está presidida por el cardenal George Pell y ejecuta las indicaciones del CE, responde directamente al Santo Padre y lleva a cabo el control económico y la supervisión económica de los entes de la Santa Sede.