Por: Stefano Gennarini
(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Washington, 14.07.2023).- Un alto funcionario de política exterior en la administración Biden dijo que la guerra en Ucrania se debía en parte a la presión occidental sobre cuestiones homosexuales y transgénero durante una entrevista en el Atlantic Council.
«Parte de lo que Ucrania está luchando y lo que Rusia está tratando de sofocar es la liberalización, entender a quiénes se aplican las protecciones de los derechos humanos», dijo Samantha Power, la administradora de USAID, en referencia a temas de orientación sexual e identidad de género. Power dijo que los ucranianos estaban trabajando rápidamente para liberalizar su país incluso mientras luchaban contra los rusos.
«Vemos avances en las protecciones LGBTQI a través de medidas legislativas y regulaciones», dijo, añadiendo que la transformación de la cultura legal de Ucrania también estaba cambiando rápidamente porque los nuevos jueces estaban siendo evaluados en función de estos temas.
Power dijo que su agencia era un «socio crucial» en esto. Explicó que Estados Unidos veía la promoción de esta agenda como lo mismo que promover la democracia: «No creo que podamos pensar en los derechos LGBTQI+ fuera del contexto más amplio de los movimientos antidemocráticos que existen en todo el mundo», dijo, explicando que las fuerzas antidemocráticas están «asociándose con actores represivos externos que buscan ampliar las divisiones dentro de las democracias».
Power dijo que su agencia había destinado $16 millones en subvenciones para organizaciones LGBTQ, pero que todos los programas estadounidenses ahora tienen componentes relacionados. Dijo que esto estaba dando lugar a un «aumento de la programación» sobre este tema.
«No es suficiente tener un poco de dinero o incluso mucho dinero, todos los programas, en educación, en salud, deben ser atentos e intencionales en esforzarse por asegurarnos de que no solo practicamos el desarrollo, sino un desarrollo inclusivo», dijo Power, añadiendo que esto era una «característica de diseño» de los programas estadounidenses.
Power destacó su trabajo como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas durante la administración Obama como esencial para desarrollar nuevos derechos humanos basados en la orientación sexual e identidad de género. Recordó su trabajo para incluir la frase «orientación sexual e identidad de género» en una resolución del Consejo de Seguridad. «Pensar en cómo estas normas se vuelven más relevantes en el derecho internacional creo que es muy importante», dijo.
El hecho de que los instrumentos internacionales incluyan a veces de manera más explícita y a veces de manera más implícita los derechos LGBTQI+ como derechos humanos, «es evidencia de progreso», dijo. Con la frase «lenguaje implícito» se refería a frases como «formas múltiples e interseccionales de discriminación», que Estados Unidos promueve habitualmente en las negociaciones de la ONU.
«Estos instrumentos internacionales, y esto es una parte crítica de la agenda del presidente Biden, son realmente importantes. Les brinda a las organizaciones e individuos LGBTQI+ algo en lo que basar sus argumentos», explicó, diciendo que «estos principios están ganando influencia».
Elogió en particular al experto independiente de la ONU sobre la orientación sexual e identidad de género, cuyo mandato fue renovado de manera limitada el año pasado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Dijo que Estados Unidos estaba trabajando en conjunto con 31 países para agilizar las cuestiones de orientación sexual e identidad de género en el derecho internacional a través de esta posición de la ONU.
Cuando se le preguntó cómo se compara la posición de política exterior de Estados Unidos con las controversias en curso a nivel federal y estatal en Estados Unidos en torno a cuestiones de orientación sexual e identidad de género, Power respondió que Estados Unidos estaba avanzando en la agenda de la administración Biden a través de un «diálogo humilde» en lugar de «sermonear».
Dijo que las políticas LGBTQ de Estados Unidos tenían el «norte» que está «enraizado no solo en los valores estadounidenses», sino también en los mismos «instrumentos internacionales y en valores universales» de los que anteriormente se había atribuido el mérito de ayudar a dar forma.
Traducción del original en lengua inglesa realizada por el director editorial de ZENIT.
