(ZENIT Noticias / París, 07.03.2024).- “Bernadette de Lourdes” es un musical que se ha presentado ya por más de cuatro años en Francia. En él se cuenta la vida de Bernadette Soubirous, la vidente de Lourdes.
Las “comisiones artísticas” fueron muy comunes durante el renacimiento y los periodos sucesivos en la Iglesia, hasta antes de la revolución francesa. La Santa Sede comisionaba a artistas para que compusieran obras de arte sabiendo que éste muestra de alguna forma la belleza de Dios y nos acerca al misterio de la Trinidad. Sin embargo, esas comisiones han sido menos frecuentes en los últimos siglos. Por otro lado, es imposible que el “fuego no queme”, y ahora comenzamos a ver historias como la que inspiró esta producción. En este caso particular, se trata de productores no creyentes que han pedido autorización a la Iglesia para mostrar la vida de una santa, reconociendo un gran valor en sus virtudes cristianas, tan necesarias para el mundo de hoy.
En 2010 Roberto Ciurleo, uno de los productores del musical, se encontraba haciendo otra producción en Lourdes. Era 9 de noviembre y recordó que su abuela rezaba a la Virgen de Lourdes. Por querer darle gusto, fue a Lourdes con su equipo. Refiere que era un día extraño. Llovía, pero no se desilusionó. Sin embargo, cuando se giró para ver a su equipo, se percató de que lloraban y se dijo a sí mismo: “esto es Lourdes”. Y supo que algo le llamaba a ese lugar.
Más tarde, hablando con su equipo, y junto con Éléonore de Galard, otra de las productoras principales del espectáculo, comenzaron a conocer la historia de Bernadette: se enamoraron de sus virtudes y de su historia y decidieron que debían darla a conocer.
No fue fácil llevar esta historia adelante, tardaron nueve años en ponerla en escena, pero desde su lanzamiento en 2019 no ha dejado de presentarse en teatros a lo largo de toda Francia y ahora busca comenzar su camino en otros países europeos.
Se le equipara con una obra de Broadway en cuanto a la calidad y la profesionalidad, además de ser, como los productores lo mencionan, una historia que tiene el poder de tocar a muchas personas y de que jóvenes y adolescentes puedan ver en Bernadette un modelo en sus virtudes de tenacidad, perseverancia, humildad y sencillez en una época carente de estos modelos. Es una niña ordinaria que vivió una vida extraordinaria.
Otra de las cosas que llama la atención es que los productores han querido ser muy fieles a la historia verdadera, estudiando los textos originales en colaboración con la Iglesia católica y pidiendo la aprobación de esta para la presentación de la obra.
Santa Bernadette, fue tan humilde en vida que en ella se cumplen las palabras que Jesús dice en el evangelio, el que se enaltezca será humillado, pero el que se humille será enaltecido (Mt 23:12).
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