(ZENIT Noticias / Washington, 07.05.2024).- El padre Greg Boyle ha sido galardonado con la prestigiosa Medalla Presidencial de la Libertad por su incansable labor en la transformación de la vida de miles de jóvenes en la ciudad de Los Ángeles. Desde hace más de treinta años, el padre Boyle ha dedicado su vida a rescatar a jóvenes atrapados en la violencia y la delincuencia a través de la organización que fundó en 1992: Homeboy Industries. Por esta razón el presidente Biden impuso la medalla a Boyle.
Cuando el padre Boyle fue destinado a la parroquia más empobrecida de Los Ángeles en 1986, se encontró con una situación desesperada: drogas, violencia, pandillas, familias desintegradas y desempleo. Sin embargo, en lugar de quedarse de brazos cruzados, decidió actuar. Así nació Homeboy Industries, la organización más grande del mundo dedicada a la rehabilitación y reinserción de jóvenes pandilleros.
El presidente Joe Biden elogió el trabajo del padre Boyle durante la ceremonia de entrega de la Medalla Presidencial de la Libertad, destacando que ha cambiado innumerables vidas y reconociendo su dedicación a trabajar con aquellos a quienes muchos rechazan. El padre Boyle cree firmemente en la capacidad de cada persona para prosperar si se le brinda una segunda oportunidad, y Homeboy Industries ofrece una amplia gama de programas para satisfacer las necesidades individuales de cada joven, desde violencia doméstica hasta educación y capacitación laboral. Boyle apoyó abiertamente la campaña de Biden en 2020 y ha recibido ayudas de empresarios progresistas como Mackenzie Scott y Dan Jewett.
Uno de los programas más destacados de Homeboy Industries es el borrado de tatuajes, un servicio único que ofrece la organización de forma gratuita. Muchos jóvenes pandilleros se tatúan como parte de su identidad de pandilla, pero con el tiempo, desean dejar ese pasado atrás y construir una vida diferente para ellos y sus familias. El equipo de Homeboy Industries, compuesto por 30 voluntarios médicos, realiza alrededor de 3.000 eliminaciones de tatuajes al mes, ayudando a los pacientes a encontrar empleo y comenzar de nuevo en la sociedad.
La labor del padre Boyle y de Homeboy Industries es un testimonio inspirador de la capacidad de transformación y redención que puede existir en cada individuo, independientemente de su pasado. Su trabajo no solo ha impactado positivamente a miles de jóvenes en Los Ángeles, sino que también ha demostrado que con compasión y apoyo, es posible construir un futuro mejor para todos.
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