(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 31.07.2024).- Por primera vez en seis años, monaguillos de toda Europa se congregaron en el Vaticano para encontrarse con el Papa Francisco la tarde del martes 30 de julio. Este evento, que reunió a cerca de 50,000 participantes, ofreció a los jóvenes la oportunidad de sentir la pertenencia a una comunidad mundial como lo es la Iglesia católica y conocer la ciudad de Roma.
La mayoría de los asistentes provenían de países de habla alemana, lo cual se reflejó en la programación del evento. Muchas oraciones y canciones se realizaron en alemán, y la catequesis del Papa también fue traducida al alemán en la Plaza de San Pedro. Incluso el propio Papa Francisco se animó a pronunciar algunas palabras en alemán, recordando su estancia en Alemania durante los años 80.
El evento comenzó a las 16:00 horas con un colorido programa de canciones y oraciones. Los jóvenes monaguillos tuvieron la oportunidad de intercambiar experiencias con sus compañeros de otros países. La llegada del Papa Francisco, adelantada a las 17:40 horas, fue recibida con un estruendoso aplauso y un mar de gorras coloridas de peregrinos. A pesar de estar en su receso de verano, el Papa no dudó en interrumpirlo para participar en este significativo encuentro.
Durante su catequesis, el Papa reflexionó sobre el lema de esta 13ª peregrinación de monaguillos: “Con Él”. Destacó que la experiencia de servir en la liturgia pone de manifiesto que Dios es el primer protagonista de este “con Él”. Citando a Jesús, recordó: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. El Papa subrayó que esto se realiza plenamente en la Eucaristía, donde la presencia de Dios se hace real y concreta en el cuerpo y la sangre de Cristo.
Francisco instó a los jóvenes a vivir el “con Él” de Jesús en su vida diaria, amando y sirviendo a los demás sin prejuicios ni exclusiones. Los animó a llorar con quienes lloran y alegrarse con quienes se alegran, mostrando una cercanía concreta y sincera. “Gracias a Jesús, podemos decirle a nuestro prójimo: ‘Estoy contigo’, no solo con palabras, sino con hechos, con el corazón”.
El Papa expresó su gratitud a los jóvenes por su servicio y por haber peregrinado hasta Roma para compartir la alegría de pertenecer a Jesús. “Gracias, queridos jóvenes amigos. ¡Que tengan un buen camino junto a Jesús!”, concluyó el Papa en alemán, destacando la importancia de su labor como servidores del amor de Cristo y sanadores de corazones heridos.
Este encuentro no solo fortaleció la fe y el sentido de comunidad entre los jóvenes monaguillos europeos, sino que también fue un recordatorio del papel vital que desempeñan en la Iglesia y en el mundo.
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