Monseñor Berzosa: el Papa nos ha pedido que estemos cerca y en medio del pueblo

Entrevista con el obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, en ‘visita ad limina’

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Los obispos españoles se encuentran en Roma para desarrollar la Visita ad Limina desde el pasado 24 de febrero y hasta el 8 de marzo. El Santo Padre les está recibiendo en pequeños grupos por provincias eclesiásticas. Ayer fue el momento para las provincias de Valladolid y Zaragoza, un total de 11 obispos compartieron ayer con Francisco sus preocupaciones, inquietudes y desafíos sobre sus respectivas diócesis. ZENIT ha hablado con monseñor Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo para profundizar sobre el encuentro con el Papa y la situación de la Iglesia en España. Han podido ver que es muy conocedor de la realidad del país. Asimismo han podido hablar sobre temas que preocupan, como la familia, hasta el punto que el Santo Padre les dijo que ‘El tema del Sínodo sobre la familia fue un designo del Espíritu de Dios’.

¿Cómo ha sido el encuentro con el Santo Padre?
–Monseñor Berzosa: La impresión general ha sido muy muy positiva, en el sentido en el que hemos encontrado un Papa tal y como veíamos, muy cercano, muy sincero, muy inteligente, muy buen conocedor de la realidad española y que enseguida empatiza con aquel que habla con él. En un ambiente muy familiar y de confianza. Nos hemos sentido muy a gusto.

¿En qué han notado que el Santo Padre es conocedor de la realidad española?
–Monseñor Berzosa: Las preguntas que le hemos hecho desde el punto de vista pastoral nos ha dejado caer tres cosas importantes a mi juicio. La primera es que le preocupa muchísimo la situación social y lógicamente política y nos ha pedido que estemos cerca y en medio del pueblo, porque si en estos momentos alguien puede aglutinar a la sociedad es la labor también de la Iglesia. En segundo lugar, le preocupa muchísimo el paro juvenil y nos ha dicho una frase que a mí me ha llegado al alma: ‘mientras un joven no tenga trabajo no va a descubrir la dignidad de lo que supone como persona llevar a casa algo y sobre todo ser libre y no sentirse deshecho. Tercero, le preocupan las vocaciones, donde dice que no estamos en el peor de  los sitios pero todavía se puede hacer muchísimo más. Ha aludido por ejemplo a Iesu Communio como una realidad gozosa.
Respecto a los obispos nos ha pedido que estemos siempre en comunión. Y que seamos servidores unos de otros y que no haya grupos de hegemonías ni de poder o tiranteces si los hay.

En estos días también han podido reunirse con distintas Congregaciones y Consejos Pontificios de la Curia ¿Cómo han sido estos encuentros?
–Monseñor Berzosa: Por parte de los presidentes de los dicasterios y el personal, nos han acogido muy bien. Son también conscientes de la realidad española, han leído los informes que se han enviado previamente. Lo bonito es que han sido flexibles y abiertos, y si hay un tema que hay que trabajar más profundamente, nos hemos detenido a hablarlo con amplitud y si no hay materia tampoco se pierde el tiempo. Lo que sí se nota en todos los dicasterios la internalización, que predomina bastante la lengua española –no sé si tendrá que ver con el Papa o antes ya estaba así– y también que están con ganas de servir, de acoger.

¿Cuáles han sido las preocupaciones sobre España que más han podido tratar estos días?
–Monseñor Berzosa: Estamos en España en un momento importante en cuanto la Conferencia Episcopal se va a renovar y aunque no haya salido el tema directamente, el Papa nos ha pedido comunión, pues este tema está presente. Nos preocupa mucho la familia, el paro y, dentro del paro, el paro juvenil. Esas palabras del Papa sobre que haya una generación sobrante es como si se dieran en este momento. Esto es muy grave, pero un 60% de jóvenes podría salir de España que no pasaría nada porque no hay trabajo. Y esto es como una generación perdida y una hipoteca para España enorme. Después preocupa también el que vivamos con sinceridad y no solo de palabra la fe, lo que Jesucristo puede cambiar a la persona de forma personal y comunitaria.

Estamos viendo que la familia es uno de los temas que preocupa al Santo Padre, ¿lo han hablado con él?
–Monseñor Berzosa: Nos ha llamado la atención que el Santo Padre ha expresado esta palabra que a mí me ha llegado al corazón: ‘El tema del Sínodo sobre la familia fue un designio del Espíritu de Dios’. Nosotros nos quedamos pensativos y pensando por qué. El Papa nos ha explicado que no estaba en un principio el tema de la familia como para ser abordado en el Sínodo, porque el tema prioritario era la antropología del hombre en su encuentro con Cristo y poco a poco fue entrando el tema de la familia y al final todos los que preparan el Sínodo, en los diferentes Consejos aterrizaron en la familia. Y esa es la palabra del Papa: ‘fue una inspiración del Espíritu mismo’. Él, en el encuentro, con un realismo impresionante pero con esperanza ha analizado como está la familia dentro del mundo católico y en la sociedad y él piensa que el cristianismo es capaz de recuperar los valores de la familia.

En su experiencia como obispo, ¿cómo analiza el tema de la familia?
–Monseñor Berzosa: En mi diócesis, que es de población envejecida, me preocupa por ejemplo la atención a las familias mayores cuyos hijos no pueden quedarse con ellos porque emigran para buscar trabajo. También me preocupa lo que el Papa ha dicho, y es que el índice de separaciones y divorcios está aumentado. Otro tema que preocupa es que la gente que va a tomar la opción de hacer una familia cristiana que se les prepare bien y que sepan lo que hacen. Casarse por la Iglesia es a veces como un rito, pero no consecuencia de un proyecto de matrimonio y familia. Por eso cuando llevan un tiempo casados, son mucho más débiles en los momentos de las crisis, porque si lo único que había de transfondo era una costumbre o –ha salido este tema con el Papa– el que se pueda ver el matrimonio y la familia como un lugar para vivir la afectividad si solo es la afectividad es endeble.
En mis años de docente siempre acudía a lo que se llama el triángulo de Sternberg, donde se decía que para que exista de verdad un matrimonio estable se necesita: atracción física, relación verdadera de amistad y compromiso de formar un proyecto de vida. Si cualquiera de las tres falla, no hay matrimonio ni familia.

¿Cómo será el trabajo posterior a la Visita Ad Limina?
–Monseñor Berzosa: Yo creo que es como una semilla que ha caído en un tierra que en este momento está muy preparada y muy abierta a recibirse. Además de trabajarlo en la diócesis o la provincia eclesiástica, está la Conferencia Episcopal que nos reunimos el próximo mes, donde vamos a tener que asumir responsabilidades de nuevo y tratar los temas fundamentales que el Papa nos va a marcar en esta visita, por tanto es providencial y de Dios que se haga la Visita en este momento.

¿Cómo valora el primer año de pontificado de Francisco?
–Monseñor Berzosa: Muy positivo, dentro y fuera. Dentro de la Iglesia porque ha dado esperanza, alegría y nos ha metido poco a poco en la dinámica de la conversión y renovación pastoral. De cara a la opinión pública también, ya no se habla tanto de temas socorridos como la pederastia, sino que se habla del Papa y de lo que él dice y hace. Incluso gente alejada, o que se declara no creyente, se siente interrogada por el Papa. Y esto es bueno, y es de Dios.

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