LONDRES, martes 11 de enero de 2011 (ZENIT.org).- El próximo sábado, en la catedral de Westminster, tres ex obispos anglicanos pasarán a formar parte del clero católico, convirtiéndose en los primeros miembros de un nuevo Ordinariato, tal y como prevé la Anglicanorum coetibus.
Monseñor Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales, hizo hoy público un comunicado observando que “en o antes de la fecha”, espera “que la Santa Sede anuncie el establecimiento del primer ordinariato para los grupos de antiguos anglicanos y su clero que buscan la comunión plena en la Iglesia católica».
Afirmó que ésta “es un momento único, y la comunidad católica en Inglaterra y Gales tiene el privilegio de tomar parte en este acontecimiento histórico en la vida de la Iglesia universal».
El prelado ofreció una “cálida bienvenida” a John Broadhurst, Andrew Burnham y Keith Newton, que será ordenado el sábado.
También extendió la bienvenida a aquellos que desean unirse a este clero “en plena comunión con el Papa en la unidad visible de la Iglesia católica”.
El arzobispo prosiguió: “reconocemos el camino que están haciendo, con sus partidas dolorosas y sus incertidumbres”.
“Saludamos la profundidad de su búsqueda en la oración y el deseo que los lleva a vivir dentro de la comunidad de la Iglesia católica bajo el ministerio del Obispo de Roma. Esta es la fe que compartimos”.
Relaciones ecuménicas
Monseñor Nichols expresó gratitud por “la profundidad” de la “firme, positiva y continua” relación que existe entre la Iglesia católica y la Comunión anglicana, que es “el contexto de la importante iniciativa del sábado».
Mencionó en particular el “sensible liderazgo del Arzobispo de Canterbury”, que “generosamente reconoce la integridad de quienes buscan unirse al ordinariato y que les ha asegurado sus oraciones”.
El prelado observó que Benedicto XVI «ha aclarado sus propias intenciones: que el ordinariato pueda servir a la más amplia causa de la unidad visible entre nuestras dos iglesias, demostrando en la práctica el alcance de cuanto tenemos que darnos uno al otro en el servicio común del Señor”.
«Con esta intención describe él este paso como ‘gesto profético’”, explicó monseñor Nichols.
“Con gran confianza en el Señor, miramos al sábado, a la nueva fase de la vida de la Iglesia que traerá, y pedimos las bendiciones de Dios para su futuro desarrollo”, concluyó.
Una nota explicativa de la Conferencia Episcopal añadía que “un aspecto clave del establecimiento del ordinariato por el Papa Benedicto es que permite a grupos de antiguos anglicanos y su clero permanecer juntos».
«Esto es bastante novedoso”, afirma la nota. “pues anteriormente los antiguos sacerdotes anglicanos que eran ordenados en la Iglesia católica eran separados de sus comunidades, incluso si algunos miembros de estas comunidades también se hacían católicos», y por lo tanto «es necesario un calendario diferente para lograr este nuevo aspecto”.
«Por esta razón”, afirmaba la nota. “las ordenaciones de los primeros sacerdotes del ordinariato tendrán lugar mientras su formación está aun en proceso, de forma que les capacite para guiar a sus comunidades en la plena comunión de la Iglesia católica».
«Las ordenaciones de los antiguos obispos anglicanos tienen lugar en este momento con el permiso explícito del Santo Padre de forma que ellos puedan jugar un papel en las primeras etapas de desarrollo del ordinariato».