UAGADUGU, jueves 10 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- Los obispos católicos de Burkina Faso han unido sus esfuerzos a los de las autoridades del país para pedir socorro internacional ante las lluvias que devastaron el país a principios de septiembre.
Según informa la agencia Fides, los datos oficiales muestran que esta tragedia, que ha golpeado sobre todo a la capital, Uagadugu, ha supuesto la destrucción de más de 25.000 viviendas y ha afectado a cerca de 156.000 personas.
Las inundaciones han afectado también a otros países de la zona, como Níger, Ghana, Benin, Guinea Conakry, Gambia, Mauritania, Costa de marfil y Sierra Leona, donde se cuentan más de 592.000 afectados.
Monseñor François Rouamba, arzobispo de Koupéla y presidente de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso y Níger, ha pedido la «solidaridad nacional e internacional con las víctimas», a las que ha asegurado la cercanía de la Iglesia.
De hecho, en estos días, las diócesis han decidido donar las ofrendas de las misas para ayuda a los damnificados, y han convertido a las parroquias en centros de colecta de alimentos y bienes de primera necesidad.
«Queremos también lanzar un apelo urgente a todas las Iglesias hermanas y todos nuestros socios para sustentarnos en este esfuerzo de solidaridad. Os damos las gracias desde ahora por todo lo que ya habéis hecho en nombre de la fe en Dios y en el hombre» concluye el mensaje de monseñor Rouamba.