CIUDAD DEL VATICANO, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Por su indudable interés para los lectores latinoamericanos, ofrecemos una traducción al español del Comunicado de la XV Reunión del Consejo Especial para América de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos (16-17 de noviembre de 2010), que ha sido hecha pública hoy por la Santa Sede.
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En la Exhortación Apostólica postsinodal Ecclesia in America son diversas las llamadas a la Nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Sobre este tema de gran actualidad, en vista de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, y también sobre otros argumentos que afectan a la vida de la Iglesia en el Continente, se concentraron los trabajos de la decimoquinta reunión del Consejo Especial para América de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en los días 16-17 de noviembre de 2010 en la sede de la Secretaría General.
Bajo la guía del Secretario General del Sínodo de los Obispos, S.E.R. Mons. Nikola Eterović, arzobispo titular de Cibale, participaron en la reunión: S.Em.R. Card. Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo (República Dominicana); S.Em.R. Card. Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara (México); S.Em.R. Card. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, S.D.B., arzobispo de Tegucigalpa (Honduras); S.E.R. Mons. Baltasar Porras Cardozo, arzobispo de Mérida (Venezuela); S.E.R. Mons. José María Arancibia, arzobispo de Mendoza (Argentina); S.E.R. Mons. Edmundo Luis Flavio Abastoflor Montero, arzobispo de La Paz (Bolivia); S.E.R. Mons. Iván Antonio Marín López, arzobispo de Popayán (Colombia); S.E.R. Mons. Luiz Demétrio Valentini, obispo de Jales (Brasil); S.E.R. Mons. Fernando Antônio Figueiredo, O.F.M., obispo de Santo Amaro (Brasil), y S.E.R. Mons. Alvaro Leonel Ramazzini Imeri, obispo de San Marcos (Guatemala).
No pudieron participar en la reunión: S.Em.R. Card. Jean-Claude Turcotte, arzobispo de Montréal (Canadá); S.Em.R. Card. William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Vaticano); S.Em.R. Card. Francis Eugene George, O.M.I., arzobispo de Chicago (Estados Unidos); S.E.R. Mons. Kelvin Edward Felix, arzobispo de Castries (Santa Lucía) y S.E.R. Mons. José Horacio Gómez, arzobispo coadjutor de Los Angeles (Estados Unidos).
Por la Secretaría General participaron el subsecretario Mons. Fortunato Frezza, Mons. Etienne Brocard, Mons. Daniel Estivill, el Rev. Ambrogio Ivan Samus y el Rev. Zvonimir Seršič.
El orden del día preveía, teniendo en cuenta la Ecclesia in America, la consideración de la situación social y eclesial en los diversos países del Continente.
Al respecto, se observan muchos signos de esperanza pero también algunos de preocupación. Se registra con satisfacción un desarrollo económico en algunos países, aunque se debería favorecer una distribución más equitativa de las riquezas y de los recursos naturales. En este sentido, crece la conciencia ecológica entre las poblaciones, con el fin de salvaguardar la Creación y, por tanto, d promover un uso razonable de las materias primas. Además hay tentativos de una mayor integración continental vista, en general, con favor por la Iglesia católica, que busca recuperar la unidad de todo el Continente en fidelidad al espíritu de comunión, propuesto como orientación pastoral en la Exhortación Apostólica postsinodal Ecclesia in America. Entre estos signos de preocupación cabe destacar la alarmante situación social de Haití, a consecuencia del terremoto, que se prolonga en el tiempo agravada por la epidemia de cólera. La solidaridad manifestada concretamente por gobiernos extranjeros y por organismos eclesiales produciría mejores frutos si los entes locales fueran más capaces de predisponer de forma orgánica las ayudas recibidas.
El movimiento migratorio representa uno de los aspectos de mayor preocupación. Se verifica por una parte la emigración de los países más pobres hacia los más ricos, con consecuencias de diverso tipo: desde un empobrecimiento de los recursos humanos de los países que sufren la emigración, a la problemática social generada en los Estados que reciben la inmigración. Graves dificultades encuentran los inmigrantes en situación irregular, y a menudo repatriados por la fuerza a sus países de origen. La Iglesia está comprometida en la promoción de programas sociales y de asistencia religiosa a los inmigrantes, con el fin de ayudar a la integración cultural y la paz social.
Otras preocupaciones provienen de la producción y del tráfico de la droga, del tráfico de armas, de la violencia y de la corrupción política, que siguen siendo grandes retos para numerosos Estados, a pesar de algunos éxitos en la lucha contra estos males sociales. Particular atención merece la promoción de una serie de leyes contrarias a las normas éticas (leyes sobre el aborto, sobre la eutanasia y sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo), y la infiltración de un espíritu no conforme con los valores cristianos en el campo de la educación de los jóvenes y de la comunicación.
Desde el punto de vista social, es necesario hacer constar, con satisfacción, que en varios países se lleva a cabo regularmente el proceso electoral, incluidas las elecciones de Presidentes, según las normas de las respectivas Constituciones. Con todo, no faltan tentativos ideológicos de revisar los ordenamientos constitucionales y legislativos, provocando tensiones internas, también con las iglesias locales, con repercusiones en las relaciones internacionales. En este contexto, se intenta ignorar a la Iglesia católica, excluyéndola como partner en el diálogo social, a pesar de la alta credibilidad de que esta goza a nivel popular.
En el campo eclesial, motivo de consuelo es el aumento de las vocaciones al sacerdocio, aunque muy diversificado tanto entre los países como entre las diócesis. Además, la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (13-31 de mayo de 2007, Aparecida), ha suscitado notable esperanza. En este sentido, se han puesto en marcha en todas partes programas pastorales a nivel local para aplicar las relativas líneas pastorales del Documento Conclusivo de Aparecida, en continuidad con las orientaciones de la Exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in America. De particular importancia es la conciencia de que toda la Iglesia en el Continente debe estar en estado de misión. Los resultados de esta obra de evangelización con muy positivos.
Además, se valoró muy positivamente la repercusión de la XII Asamblea General Ordinaria sobre la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia, así como la respectiva Exhortación Apostólica postsinodal Verbum Domini, recientemente promulgada por el Santo Padre Benedicto XVI y hecha pública el pasado 11 de noviembre. De hecho, la Asamblea sinodal ha contribuido a renovar la devoción y la vida espiritual del Pueblo de Dios en América, sobre todo en lo que respecta a la lectio divina, y ahora se augura un nuevo empuje bíblico-pastoral a partir del Documento postsinodal. Es particularmente significativa la participación de los jóvenes en los grupos bíblicos.
El otro punto del orden del día, que ha sido objeto de reflexión, tenía que ver con las expectativas de la Iglesia en América sobre la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema: La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana, que tendrá lugar del 7 al 28 de octubre de 2012. El tema de la nueva evangelización es uno de los argumentos principales de la Ecclesia in America, como puso de relieve en su prólogo el Secretario General, Exmo Nikola Eterović, y es apropiado para favorecer la discusión sobre la cuestión ya muy vivaz en las Iglesias particulares y en el seno
del CELAM. Esta experiencia podrá ser muy útil en la ulterior profundización del contenido de la nueva evangelización en el actual contexto social y cultural de América. A propósito de esto, los participantes refirieron el vivo interés suscitado en las Iglesias locales por la elección del tema para la próxima cumbre sinodal, considerado de gran actualidad e importancia. En efecto, el anuncio del Evangelio con renovado fervor, con nuevos métodos y expresiones, es ya una constante preocupación de los Pastores y por este motivo encuentra un lugar privilegiado en los programas pastorales a nivel local, nacional y continental de la Iglesia en América. En espera de la publicación de los Lineamenta, en curso de preparación en la Secretaría General, los Miembros del Consejo se han comprometido a seguir promoviendo iniciativas en relación con el tema elegido y a colaborar activamente en las diversas Conferencias Episcopales en el proceso sinodal.
Otros temas de la vida de la Iglesia en el Continente serán objeto de la próxima reunión del Consejo Especial para América de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar los días 27 y 28 de octubre de 2011. La presente reunión se concluyó con la oración, confiando a la intercesión de la Beata Virgen María, Nuestra Señora de Guadalupe, la tarea de la nueva evangelización del Continente americano.
[Traducción del original italiano por Inma Álvarez]