CASTEL GANDOLFO, domingo, 23 de agosto de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI bromeó este domingo con su mano «perezosa», después de que se le haya quitado el yeso de la muñeca fracturada.
Las palabras del Papa, antes de la oración mariana del Ángelus, suscitaron aplausos entre los peregrinos congregados en el patio de la residencia de Castel Gandolfo.
«Queridos hermanos y hermanas: veis que la mano se ha liberado de la enyesadura, ¡pero todavía es algo perezosa! Debo seguir todavía por un tiempo en la escuela de la paciencia. Pero, ¡seguimos adelante!, afirmó.
El pasado viernes, un comunicado del médico personal del Papa, Patricio Polisca, informaba sobre la remoción de la escayola, que se le había colocado el 17 de julio en el Hospital de Aosta tras una caída accidental en la residencia en la que transcurría las vacaciones.
Los resultados de la radiografía, añadía, muestran cómo la reconstitución de la fractura está dando un resultado «óptimo".
El médico informaba que ahora esta recuperación «se completará mediante un adecuado programa de rehabilitación».