BARCELONA, jueves 4 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- La cosmopolita ciudad de Barcelona está ultimando los detalles para recibir a Benedicto XVI este sábado por la tarde y celebrar, al día siguiente, la dedicación del templo expiatorio de la Sagrada Familia.
Esta mañana, en la plaza Gaudí de Barcelona, frente a la Sagrada Familia, los operarios colocaban sillas y montaban las grandes pantallas a través de las que este domingo podrán seguir los detalles de la dedicación de la iglesia las 37.000 personas invitadas a participar en la ceremonia desde el exterior.
Carteles oficiales de la visita de Benedicto XVI a Barcelona adornaban algunas torres del templo y las tiendas de recuerdos cercanas exponían souvenirs de esta visita.
Sin embargo, algunos de los numerosos turistas de los más lejanos rincones del mundo que esperaban hoy en la larga fila que cada día se forma para visitar la original iglesia de Gaudí todavía permanecían ajenos al acontecimiento que tendrá lugar dentro de tres días en ese mismo lugar.
Desde hace días, sorprenden en numerosas calles de Barcelona balcones engalanados con banderas del Vaticano y pancartas con imágenes de Benedicto XVI, fachadas con mensajes de acogida al Papa e incluso algunos autobuses urbanos con grandes carteles de bienvenida.
A lo largo de esta semana, los participantes en el acto están recibiendo sus invitaciones: 37.000 personas, para celebrar el acto desde el exterior de la Sagrada Familia y cerca de 7.000 privilegiados, para hacerlo desde el interior del templo, que a partir de este domingo será basílica.
Muchos de ellos son de Barcelona, pero también se van a desplazar numerosos peregrinos de diversos puntos más o menos alejados de esta ciudad. Algunos de ellos pernoctarán en hoteles, y otros serán acogidos en centros y hogares barceloneses.
Además de los aspectos más prácticos de esta organización, numerosas personas han preparado espiritualmente la visita papal a través de las catequesis proporcionadas para la ocasión por el arzobispado de Barcelona, de la oración y de diversas iniciativas formativas, culturales y pedagógicas.
De una manera extraordinaria, los medios de comunicación generalistas locales y nacionales están dedicando amplios espacios a la visita papal desde hace varios días, cada uno según su habitual manera de tratar la información relativa a la Iglesia católica.
La visita también ha llegado al debate político, con las previsibles críticas de algunos políticos, pero un consenso casi general en considerarla como algo positivo y en participar en la acogida.
Programa intenso
El Papa tiene previsto llegar al aeropuerto de Barcelona el sábado 6 de noviembre sobre las nueve de la noche.
Allí será acogido por una representación de las autoridades eclesiásticas y de las autoridades civiles autonómicas y locales, aunque no se trata de un recibimiento oficial, que ya habrá tenido lugar por la mañana en Santiago de Compostela.
A pesar de que el programa oficial de la visita a Barcelona empieza el domingo por la mañana, muy numerosos grupos de católicos se han convocado de manera espontánea el sábado al anochecer en las inmediaciones del palacio episcopal, donde pernoctará el Papa.
Jóvenes, familias, religiosos, religiosas, sacerdotes, solteros, jubilados,… quieren recibirle y mostrarle su afecto, y lo harán con el rezo del rosario, cantos, testimonios y sobre todo, la alegría y la emoción que caracterizan este tipo de esperas del Pontífice.
El domingo 7 de noviembre, está previsto que Benedicto XVI salga a las nueve de la mañana del arzobispado hacia la Sagrada Familia en papamóvil.
A lo largo del recorrido, miles de fieles aclamarán y saludarán al Papa por la Vía Layetana/Pau Claris y las calles Diputación y Marina.
En la Sagrada Familia, Benedicto XVI tiene prevista a las 9,30 horas una entrevista privada con los reyes de España en la Sala Museo del templo, y a las diez empezará la celebración eucarística con dedicación de la iglesia y del altar.
Jerusalén celestial
Los asistentes podrán seguir la liturgia de esta misa, disponible en la web del Vaticano, a través de un librito que recibirán en el mismo lugar de la celebración. El Papa pronunciará la homilía.
800 cantores del Orfeó Català, la Coral Sant Jordi y la Escolanía de Montserrat animarán los cantos -algunos clásicos, como el Aleluya de Haendel, y otros más populares, como el Virolai, dedicado a la Virgen de Montserrat-, junto con instrumentistas de diversas orquestas.
Para garantizar la buena marcha del acto, además de los cuerpos de seguridad, la organización cuenta con casi dos mil voluntarios que se encargarán de tareas de servicio de orden, como acompañar y acomodar a los asistentes y controlar los accesos a espacios reservados.
En esa celebración, según el arzobispo de Barcelona, el cardenal Lluís Martínez Sistach, “presididos por el sucesor de Pedro, haremos realidad aquella gran asamblea que soñaba Antonio Gaudí, como anticipación y presencia, de algún modo, de la Jerusalén celestial”.
Acabada la misa, el Papa se dirigirá a la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia y, desde un lugar elevado, dirigido a los asistentes que se encuentren en el exterior, rezará el Ángelus y dirigirá unas palabras y saludos en distintas lenguas.
Después volverá a entrar a la Sagrada Familia para descubrir una placa conmemorativa con el nombramiento del templo como Basílica.
Saludo en las calles
Al finalizar el acto, volverá en papamóvil al arzobispado de Barcelona, siguiendo el mismo recorrido realizado por la mañana y será también saludado por las calles de la ciudad.
A las 13 horas, está prevista una comida del Papa con cardenales y obispos y con su séquito en el palacio episcopal.
Por la tarde, a las 16,30 horas, Benedicto XVI saldrá en coche cerrado hacia la sede central de la Obra Benéfico-Social del Niño Dios, situada en la ronda del Guinardó. Ese recorrido será otra oportunidad para que muchas personas puedan saludar al Pontífice.
Además, en las proximidades de la Obra del Niño Dios se habilitará una zona para que los interesados puedan acoger y despedir al Papa. También se instalará una pantalla en una de las fachadas para seguir el desarrollo del acto.
Interés y afecto
El acto que se celebrará en la Obra del Niño Dios está dirigido a las personas con disminuciones, y a sus familiares, que se benefician de los servicios de esa obra, quienes estarán acompañados por los miembros del patronato de la fundación titular y las religiosas y el personal docente y sanitario.
El coordinador de la visita del Papa a Barcelona, el padre Enric Puig, SI, explica en el último número del semanario diocesano de Barcelona Hoja Dominical, que con este acto, “el Santo Padre quiere mostrar su interés y afecto por la labor que realiza esta institución y todas aquellas que dirigen sus esfuerzos a los que más lo necesitan”.
A las 18,30 horas está prevista la ceremonia de despedida de Benedicto XVI en el aeropuerto de Barcelona, en la que el Papa ofrecerá un discurso y que contará con una representación de jóvenes y familias.
Antes de esa despedida, el Papa mantendrá en el aeropuerto un breve encuentro con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
A las 19,15 horas, está prevista la salida del Papa en avión hacia Roma y a las 20,55 horas, la llegada al aeropuerto romano de Ciampino.
El padre Puig espera “una acogida cálida al Santo Padre, que deje en él el recuerdo de una Iglesia diocesana que camina con entusiasmo en el seguimiento de Jesús y de una ci
udad y de un país que sabe agradecer su deferencia al dedicar personalmente el templo de la Sagrada Familia, que es un signo de fe de la comunidad cristiana y también de identidad, y una muestra significativa de la cultura”.
Por Patricia Navas