KEMEOROVO, lunes 22 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- Entre la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica se dan, también en estos días prenavideños, claros signos de acercamiento. El obispo católico de la diócesis de la Transfiguración del Señor de Novosibirsk, monseñor Joseph Werth, entregó el 19 de diciembre, en el marco de una solemne lituriga ortodoxa, al obispo ruso-ortodoxo de Kemerovo y Novokuznetsk (Siberia), monseñor Aristarco, una reliquia de San Nicolás.
La santa misa, a la que asistió también el nuncio apostólico en la Federación Rusa, arzobispo Antonio Mennini, se celebró en la festividad rusa de San Nicolás en la Catedral de San Nicolás de Kemerovo, que estaba llena a rebosar pese a ser día laboral.
El obispo Aristarco dijo que la entrega de la reliquia era «un signo auténtico del amor y aprecio que se profesan mutuamente la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica».
En repetidas ocasiones, subrayó la alegría con la que los creyentes acogían la reliquia y recalcó que la cristiandad oriental y occidental veneran conjuntamente a numerosos santos.
Por su parte, el obispo Joseph Werth, que llamó al obispo Aristarco «mi hermano en el cargo episcopal», hizo hincapié en que ese día daba ejemplo de cómo podía ser la relación entre las Iglesias católica y ortodoxa.
Dijo literalmente: «Los obispos, sacerdotes y creyentes ortodoxos y católicos se encuentran y rezan al único Señor. Estoy seguro de que, en el futuro, también se establecerán unas relaciones tan calurosas en otras ciudades de Siberia».
Monseñor Mennini, representante papal en Rusia, explicó que el acto de entrega representaba «un gesto de amor fraternal» por parte del Santo Padre Benedicto XVI, pues era por deseo expreso suyo que se entregaba la reliquia al Obispo ortodoxo y a los creyentes de Kemerovo.
También señaló que, para la Iglesia católica, era importante proseguir el diálogo con la Iglesia ortodoxa, así como aprovechar toda oportunidad para profundizar en él.
Los representantes de ambas Iglesias coinciden en calificar el acto de «histórico».
Peter Humeniuk, responsable para los contactos de la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada con la Iglesia católica en Rusia y la Iglesia ortodoxa rusa, también presente en el acto de entrega de la reliquia, dijo: «A menudo, sólo se mencionan los mil años de separación entre las Iglesias ortodoxa y católica, olvidando que los cristianos de Oriente y Occidente también comparten un milenio de unión».
Según señaló, actualmente, en nuestra sociedad moderna, los cristianos de todas las confesiones afrontan numerosos desafíos comunes. Humeniuk precisó que San Nicolás, para ambas Iglesias también el patrón de los marineros, podría ser, «en estos tiempos tormentosos, nuestro acompañante y guía».
La asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada lleva más de 10 años manteniendo buenos contactos con la joven Eparquía de Kemerovo, y como ha precisado Humeniuk, ya tenía una estrecha relación con el predecesor del obispo Aristarco.
En la Santa Misa participaron, en calidad de invitados de honor, varios sacerdotes y creyentes de Kemerovo.
La ciudad de Kemerovo se encuentra a 3.400 kilómetros al este de Moscú, en la región de Kuzbas.
Con información de Eva-María Kolmann