CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- La tercera semana de Adviento se conoce como la semana de la alegría. Y este sentimiento se respiró este miércoles en la audiencia que Benedicto XVI concedió en el aula Paulo VI del Vaticano, en el que los villancicos dieron un color único al encuentro.
Dada la cercanía con la Navidad, el Papa hizo una pausa en la serie de catequesis dedicadas a san Pablo y esta vez invitó a vivir el recogimiento y la alegría cristiana durante las celebraciones navideñas.
Entre los presentes había grupos musicales de peregrinos que alegraron con villancicos el encuentro con el Santo Padre, quien les invitó a anunciar la Navidad con sencillez.
Un mensaje que llegó al corazón
Tras las palabras del Santo Padre, ZENIT habló con varios peregrinos sobre el significado de la Navidad. Muchos de ellos se dejaron tocar por la exhortación del Papa a vivir cristianamente esta fiesta.
Entre ellos se encontraba un grupo peregrinos de la Diócesis de Tarbes y Lourdes, en Francia, quienes vinieron a Roma para agradecer la visita al Papa al santuario de Lourdes el pasado mes de septiembre:
Natalie, una de estas peregrinas, confesó que había quedado conmovida con las palabras del Papa: «La Navidad es un período importante porque nos recuerda el nacimiento del Niño Jesús y nos recuerda la presencia importante de los niños en nuestra familia».
También estaba presente el grupo de peregrinos de Vernole en la arquidiócesis de Lecce en el sur de Italia. Viajaron para acompañar al cardenal Salvatore de Giorgi, oriundo de este lugar, quien celebra este año 55 años de vida sacerdotal.
Allí se encontraba sacerdote Elio Quarto, quien aseguró que para él la Navidad es un momento para redescubrir la autenticidad, pues «Dios se hace hombre para recordarnos la importancia de ser hombres auténticos».
«Creo que se debe suscitar en nosotros una ‘rebelión’, en el sentido más sano de este termino, es decir, la capacidad de renovarnos para ser hombres verdaderos, no sólo durante 15 días de fiesta que luego pasan y dejan un vacío», dijo el sacerdote.
Entre los peregrinos de lengua hispana, asistió a la audiencia una familia mexicana perteneciente al movimiento del Camino Neocatecumenal. «Hemos venido en peregrinación desde México con el objetivo de unirnos a la oración del Papa por el mundo y sobretodo por estas fiestas en las que nosotros confirmamos la fe en Cristo Salvador», aseguró Enrique, el padre de esta familia quien viajó junto con su esposa Luz María y sus hijos Israel, Dulce y Daniela.
Antes y después de la audiencia se escuchaba el sonido de gaitas y zampoñas que entonaban villancicos como el tradicional italiano «Tu scendi dalle stelle», el latín «Adeste Fideles» o «Noche de paz» («Heilige Nacht»). Se trataba de un grupo tradicional italiano de Gaiteros de la localidad de Matese di Boiano.
Uno de los integrantes, Antonio Romano habló de la misión de este grupo por medio de la música: «Los hombres deben entender que la Navidad es Dios que ha entrado en la historia: nos quiere, nos ama, aún en el sufrimiento le da un sentido a nuestra vida».
Decenas de peregrinos y turistas querían tomarse fotos con los músicos vestidos de traje típico, quienes continuaron tocando los instrumentos aún cuando salieron del Aula.
Tras la audiencia el Papa los saludó personalmente y según comentó Antonio, les dijo: «id y anunciad la Navidad, la Navidad verdadera, con la sencillez de los pastores»
Por Carmen Elena Villa