Católicos y ortodoxos buscan una estrategia común de defensa de la familia

Prelados de ambas confesiones se reúnen por primera vez para hablar del tema

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TRENTO, lunes 15 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- La semana pasada se celebraba por primera vez un foro conjunto entre obispos ortodoxos y católicos para tratar sobre el tema de la familia, y para poner en común la visión de ambas confesiones.

El objetivo del encuentro era, según sus organizadores, ante la situación actual de la familia en Europa, ofrecer una respuesta pastoral conjunta de católicos y ortodoxos. Durante las sesiones, ambas partes pudieron de manifiesto su coincidencia en la visión de la complementariedad entre hombre y mujer, el carácter sacramental del matrimonio indisoluble, así como las bases teológicas sobre la familia.

El encuentro estaba organizado por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), y en él participaron expertos de ambas Iglesias, con el titulo «La Familia, un bien para la humanidad».

Entre ellos, destaca la participación, por parte del Vaticano, de monseñores Grzegorz Kaszak, Bernard Munono, y Jacques Suaudeau, miembros de los Consejos Pontificios de la Familia y de «Justicia y Paz» y de la Pontificia Academia para la Vida, respectivamente, así como del teólogo español Juan-José Pérez-Soba, de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Por parte ortodoxa, participan los obispos Hilarion Alfejev (Viena y Austria, de la Iglesia Ortodoxa Rusa), Andon Merdani (iglesia ortodoxa autocéfala de Albania), Siluan (Iglesia ortodoxa rumana en Italia), el archimandrita Arsenios Kardamakis (Patriarcado ecuménico), y los expertos Alexandros Stavropoulos (Iglesia ortodoxa griega), Andrzej Kuzma (Iglesia ortodoxa de Polonia), Adrian Lemeni (Iglesia ortodoxa rumana) y Václav Ježek (Iglesia ortodoxa de Chequia y Eslovaquia).

En cuanto a obispos católicos, participan el cardenal Péter Erdő (Esztergom-Budapest), presidente de la CCEE; monseñores Luigi Bressan (Trento), Tadeusz Kondrusiewicz (Minsk-Mohilev) y Paolo Pezzi (Madre de Dios de Moscú), y los expertos de conferencias episcopales Jean-Yves Calvez (Francia), Yuriy Kolasa (Austria), Brendan Leahy (Irlanda), Fabian Mariut (Rumanía( y Tomo Vukšić (Bosnia Herzegovina).

Se trataba de una reunión de alto nivel, en la que participaron expertos de toda Europa. Se trata también, según afirma el obispo Hilarión a L’Osservatore Romano, de un encuentro «especialmente querido» por el Patriarca de Moscú, Alejo II, y que por ello no fue suspendido a pesar del fallecimiento de éste.

La familia, imagen de Dios

Ambas delegaciones pusieron de manifiesto su coincidencia en la visión del matrimonio entre hombre y mujer como parte del plan divino sobre la Creación, y no una institución meramente humana.

Como puso de manifiesto el teólogo ortodoxo bosnio Václav Ježek, «si las Iglesias desean defender la noción de la familia, también tienen que ofrecer una auténtica teología de la relación entre hombres y mujeres, y entre los padres y los hijos. La familia no es producto de una casualidad, sino la imagen perfecta de comunión».

Los participantes coincidieron en su visión del matrimonio como la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, así como en la visión de la fertilidad humana como un don de Dios.

Entre las diversas aportaciones, destaca también la común preocupación por la situación de la familia en Occidente, especialmente por la baja natalidad y por las consecuencias de las ideologías de género, en especial por la «imposición de la aceptación de la homosexualidad» como símil al matrimonio.

El obispo de Viena, Hilarion Alfejev, ironizó sobre la postura actual del «Occidente cristiano moribundo, que presiona al tercer mundo y al mundo islámico para que acepten la contracepción, el aborto y la esterilización».

Por su parte, el secretario del Consejo Pontificio para la Familia, monseñor Grzegorz Kaszak, se refirió a la actual imposición «sobre las conciencias» de unas ideologías contrarias a la familia. «Estos desafíos constituyen un motivo suficiente para estimularnos a realizar acciones comunes de defensa del matrimonio y la familia contra los diversos ataques, y a poner cada vez más a la luz la belleza del plan divino sobre le hogar humano».

Por Inma Álvarez

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ZENIT Staff

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