CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 12 diciembre 2008 (ZENIT.org).- La misión, en particular la gran misión continental de América Latina, debe alcanzar también a los «nativos digitales», los jóvenes que han nacido en la era de las nuevas tecnologías de la comunicación.
Así lo constata el arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, a la que está consagrada la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL).
Haciendo mención del Sínodo de los obispos sobre la Palabra de Dios, celebrado este mes de octubre, monseñor Celli constata que «nos ha recordado vívidamente que Dios se ha revelado a nosotros como Amor de manera plena en Cristo, y que toda misión evangelizadora es comunicación, como lo es la Iglesia misma».
Por lo tanto, dice el prelado, «corresponde a todos –como discípulos y misioneros– ser expertos comunicadores de esa Palabra que hemos recibido en nuestros corazones».
Desde esta perspectiva la evolución que vive la comunicación, «en un proceso de aceleración nunca visto».
«Los medios de masas ya no actúan aislados; se entrelazan y potencian en el mundo virtual creado por Internet, incluyendo a las pequeñas pantallas que reciben y emiten contenidos desde cada hogar y hasta desde la palma de la mano», explica.
Monseñor Celli considera que «los cambios en este campo nos interpelan. Es urgente incluir a los que no participan en este diálogo, y también actuar como puentes entre las generaciones: las que han nacido y crecido en el mundo de la palabra y el texto, y los llamados ‘nativos digitales’, que ya no comprenden modelos anteriores y han de ser también alcanzados por la Palabra del Señor».
Por eso, subraya, resulta «particularmente oportuno» el tema que el Papa Benedicto XVI ha elegido para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2009: «Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad«.
«La Iglesia no sucumbe a la fascinación de la tecnología en sí misma, por muy atractiva que pueda resultar, pero tampoco le teme a ese fruto de la creatividad humana, tan digna de aprecio», asegura Celli.
«Como seguidores del Señor centramos nuestra atención en las personas, en las familias, en las comunidades, y en todo aquello que pueda favorecerlas en el camino de la paz, la justicia, el amor y el encuentro con Dios».
«Así, a ejemplo de San Pablo de Tarso, el gran comunicador que usó los medios de su tiempo, asumimos en cada caso la tecnología adecuada sin servidumbres, con libertad y valentía, actuando como agentes de sentido y servidores de nuestros hermanos en esta nueva cultura», añade.
El hombre del Papa para las comunicaciones exhorta: «Cualquiera que sea el medio en que trabajamos, aprovechemos las oportunidades que la propia tecnología nos da para hacerlo en red, estableciendo vínculos de colaboración con otras iniciativas eclesiales que, con sus particulares carismas, están al servicio del mismo y alto objetivo: poner al Señor Jesucristo en el corazón de la sociedad de la información».
«La integración entre nosotros no significará uniformidad, sino la hermosa y múltiple armonización de nuestros esfuerzos», concluye.
El mensaje original del arzobispo Celli puede verse en vídeo en www.h2onews.org