LA PAZ, jueves 11 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- Los obispos de Bolivia hicieron pública el pasado martes 9 de diciembre una declaración conjunta en la que rechazan «los constantes e injustificados ataques de miembros de Gobierno al Santo Padre, Benedicto XVI, al cardenal Julio Terrazas, a otros obispos y a la Iglesia católica».
El mensaje está firmado por el Secretario de la Conferencia Episcopal Boliviana, monseñor Jesús Juárez Párraga, obispo de El Alto, en nombre de todos los obispos del país.
Los prelados responden así a las críticas vertidas en los últimos días por diputados y políticos del partido socialista MAS y miembros del Gobierno de Evo Morales a raíz de una homilía, pronunciada por el cardenal Terrazas a finales de noviembre, en la que expresaba su preocupación por el aumento del narcotráfico.
En aquella homilía, el cardenal Julio Terrazas, arzobispo de Santa Cruz, afirmó que es necesario «hacer un esfuerzo para que Bolivia no sea el centro donde se acumula la droga y con la droga el crimen, la maldad y la falta de perspectiva para salir hacia un horizonte más claro del lugar en que nos encontramos».
Esta homilía produjo una airada reacción por parte del Ejecutivo boliviano, hasta el punto que la Conferencia Episcopal explicó en una nota el pasado 1 de diciembre que la Iglesia «no hace política» sino que está en su obligación de «orientar» a los fieles.
En la nota del pasado martes 9 de diciembre, los obispos bolivianos expresan su ,» solidaridad y adhesión al Cardenal Julio Terrazas», y destacan su «trayectoria intachable, abnegada y profética al servicio del pueblo de Dios».
Además, consideran que las alusiones realizadas por algunos diputados sobre el Papa son «irreverentes» y «rayan en el insulto».
«El Papa, con paternal preocupación, ha estado siguiendo muy de cerca la vida de nuestro pueblo, como lo demuestran los distintos mensajes pronunciados en los momentos difíciles de nuestro país», añaden.
Los prelados recuerdan que la Iglesia «no habla en contra o a favor de un régimen político u otro; habla para servir y orientar a los creyentes a partir del Evangelio, cumpliendo con el deber que el Señor le ha confiado de guiar e iluminar al pueblo de Dios».
«La pobreza, la crisis económica, el desempleo, la migración, la administración de justicia, la seguridad jurídica y ciudadana, la violencia, el narcotráfico, la educación, los niños abandonados y otros, son problemas reales y urgentes que nos deberían preocupar a todos, especialmente a los que detentan responsabilidades públicas», añaden.
Por último, los obispos hacen un llamamiento «sereno y confiado a todos los católicos a mantener la unidad», y apelan «a la cordura y reflexión de cada ciudadano, para solucionar nuestros problemas en diálogo, respeto mutuo y reconciliación».
El mensaje completo puede leerse en la página de la Conferencia Episcopal de Bolivia.
