CORRIENTES, miércoles 19 de noviembre de 2008 (ZENIT.org-Aica).- «La Iglesia tiene un gran apreció por el servicio público y por la vocación política», explicó el vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), al presentar a diputados el Documento de Aparecida.
El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, reconoció hay hombres y mujeres «que se esfuerzan sinceramente para que la función pública encuentre el verdadero cauce y se distinga, como debe ser, por un auténtico servicio al bien común de todos, y que atienda preferentemente a los más desprotegidos y vulnerables de la sociedad».
El prelado presentó el Documento conclusivo de la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en Brasil, en mayo de 2007, a diputados de las provincias de Corrientes y el Chaco.
La presencia del arzobispo en la Legislatura fue valorada por las presidentas de las Cámaras de Diputados de Corrientes y del Chaco, Josefina Meabe de Mathó y Alicia Mastandrea, respectivamente, y contó con la presencia del arzobispo de Resistencia, monseñor Fabriciano Sigampa; legisladores de ambas jurisdicciones y miembros de las comisiones de Justicia y Paz de ambas arquidiócesis.
Meabe de Mathó recordó al presentar a monseñor Stanovnik, que su presencia «es importantísima, ya que por primera vez en la historia en la Legislatura correntina un arzobispo se dirige a los diputados».
Monseñor Stanovinik profundizó sobre los preparativos, la realización, repercusiones y la relación del Documento de Aparecida en la función pública y la sociedad.
Destacó, sobre todo, que «el amor a Dios tiene un necesario componente social, del cual la política es una de las expresiones más elevadas».
«Aparecida fue un acontecimiento eclesial, de naturaleza episcopal, que se celebró del 13 de mayo al 31 de mayo de 2007, en Aparecida, Brasil» y recalcó como «muy interesante» el hecho de que «Aparecida fue un gran acontecimiento de comunión y de participación, que se gestó desde abajo, como toda vida, escuchando a la gente y al Espíritu Santo, que es quien inspira toda obra buena».
Monseñor Stanovnik consideró útil abocarse al esquema interno del documento, dividido en tres partes: «La vida de nuestros pueblos», «La vida de Jesucristo en los discípulos misioneros» y «La vida de Jesucristo para nuestros pueblos», y acerca de las incidencia de «Aparecida» sobre la función pública, manifestó: «Las causas de la violencia generalizada y en aumento, hay que buscarlas en las diversas formas de exclusión social, en la que se encuentran amplios sectores de nuestra sociedad», ponderó que el caso no se da sólo en Corrientes, sino en Argentina y en el mundo, y destacó «somos cada vez más una familia de pueblo».
Insistió en el llamado a pasar «de habitantes a ciudadanos para construir-un país que incluya a todos», y precisó que se trata de «una propuesta que tiene como objetivo generar acciones que ayuden a alcanzar una sociedad más justa en el marco de la democracia y el respeto a los derechos humanos». «Esa propuesta parte de la confianza cívica. Quien de veras cree en la gente, hará todo lo posible para que cada persona se incluya activamente en la construcción de la vida común», dijo el arzobispo.
Subrayó además que educación; salud; justicia y seguridad ciudadana; política social; reforma política y del Estado; medio ambiente; organización económica, integración regional y mundial; trabajo-empleo decente; tierra, infraestructura y hábitat y libertad y responsabilidad ciudadana; todos ellos abocados a la búsqueda de la inclusión social, son los temas considerados como «más importantes en la construcción del bien común».