VENECIA, lunes 10 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- Dos importantes novedades, una de método y otra de contenido, se dan en el recién nacido Fórum Católico-Musulmán, subraya el Centro Internacional de Estudios e Investigaciones Oasis, fundado hace cinco años por el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia, Italia.
El centro, con sede en la ciudad lagunar, está abierto a una red de contactos y relaciones en todo el mundo, se dijo en el primer seminario promovido por el Fórum, tenido en Roma del 4 al 6 de noviembre, en un comunicado.
El congreso, indica, «se inscribe en la larga fila de encuentros promovidos, sobre todo, por la declaración conciliar Nostra Aetate, punto de referencia para el diálogo interreligioso», y se ha caracterizado por dos importantes novedades, una de método y otra de contenido.
La novedad de método está en que el foro «se presenta por parte musulmana no ya como la iniciativa de individuos o estados sino como expresión de un consenso generalizado».
«De la inicial respuesta al discurso de Ratisbona, firmada por 38 personalidades, a la siguiente declaración ‘A Common Word’, con la adhesión de 138 personalidades, luego ampliada, la tendencia por parte musulmana es lograr un consenso de fondo en le diálogo con los cristianos».
La cuestión, observa el centro, no es secundaria «porque el consenso es, para gran parte de la teología musulmana, una de las fuentes de la elaboración doctrinal».
La segunda novedad, de contenido, es que en el foro –así como en la carta abierta– «el acento está decididamente en la dimensión religiosa, e incluso estrictamente teológica».
En el comunicado anterior al evento, explica Oasis, se lee que la composición de las delegaciones es «religiosa y no política», «prescinde de las relaciones diplomáticas de los estados y ha sido constituida basándose en la autoridad sapiencial».
También si «nadie pretende evidentemente negar que la religión tiene, sobre todo en los países musulmanes, repercusiones directas en la vida comunitaria, incluso en decisiones políticas y ordenamiento jurídicos»- es también «evidente que las afirmaciones de principio contenidas en la carta abierta deben verificarse a la luz de su concreta traducción a un contexto que, para las minorías cristianas, es cada vez más difícil»-, hay por tanto en ambas partes la voluntad de «no disolver la especificidad del hecho religioso en consideraciones geopolíticas, aunque sean importantes».
Definiendo «ilusorio» imaginar que «heridas más que milenarias puedan sanar en pocos meses», el Centro Oasis recuerda que el fin del foro es «profundizar la afirmación del amor de Dios y del prójimo en sus aspectos teológicos y espirituales, aunque también en las repercusiones prácticas para la tutela de la dignidad de la persona humana y la defensa de la libertad religiosa».
Hoy, reconoce, son muchos los interrogantes a los que hay que dar respuesta, «pero para un creyente la pregunta más candente es quizá la más sencilla: ¿musulmanes y cristianos adoran al mismo Dios?».
La respuesta por parte católica es clara y está en el número 16 de la constitución dogmática Lumen Gentium, donde se lee que «el designio de salvación abarca también a aquellos que reconocen al Creador, entre los cuales están en primer lugar los musulmanes, que confesando profesar la fe de Abraham adoran con nosotros a un solo Dios, misericordiosos, que ha de juzgar a los hombres en el último día».
En la audiencia que concedió el pasado jueves a los participantes en el Seminario del Fórum, Benedicto XVI afianzó el concepto diciéndose consciente de que musulmanes y cristianos «tienen enfoques diversos en las cuestiones que se refieren a Dios», pero recordó que «podemos y debemos ser adoradores del único Dios que nos ha creado y que cuida a cada persona en cualquier rincón de la tierra».
Por parte musulmana, Seyyed Hossei Nasr afirmó que «para unos y otros Dios es a la vez trascendente e inmanente, creador providente del mundo, (…) el amante cuyo amor abraza a todo el mundo creado».
«Es esta convicción de fondo –concluye el Centro Oasis— la que inspira la continuación del diálogo».
Para más información: www.oasiscenter.eu
Traducido del italiano por Nieves San Martín