CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 15 junio 2008 (ZENIT.org).- El respeto de la dignidad de la persona humana, base del diálogo entre musulmanes y católicos, exige luchar por los derechos fundamentales, la justicia y la paz.
Esta es la conclusión a la que llegaron representantes de ambas religiones participantes en el 14º encuentro del Comité Islámico Católico, celebrado en el Vaticano del 11 al 13 de junio.
El tema de la reunión, que incluyó una audiencia con Benedicto XVI, fue «Cristianos y musulmanes, testigos del Dios de la justicia, de la paz y de la compasión en un mundo que sufre violencia».
El encuentro concluyó enunciando cinco puntos de acuerdo entre musulmanes, que en la cita estaban encabezados por el profesor Hamid bin Ahmad Al-Rifaie, presidente del Foro Islámico Internacional para el Diálogo (Yeda, Arabia Saudí), y católicos, representados por el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente de Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
«De la dignidad intrínseca de cada ser humano se derivan derechos y deberes fundamentales», dice el comunicado final al recoger la primera conclusión compartida.
La segunda constata que «la justicia es una prioridad de nuestro mundo». Exige «el respeto de las necesidades fundamentales de los individuos y pueblos a través de una actitud de amor, fraternidad y solidaridad. No puede haber paz auténtica y duradera sin justicia».
En tercer lugar católicos y musulmanes concordaron en afirmar que «la paz es un don de Dios que exige también el compromiso de todos los seres humanos, en particular, de los creyentes que están llamados a ser testigos vigilantes de paz, en un mundo afligido por muchas formas de violencia».
«Cristianos y musulmanes creen que Dios es compasivo y, por tanto, consideran que es su deber ser compasivos con toda persona humana, en particular, con los necesitados y débiles», explica la cuarta conclusión.
Por último, los participantes en al reunión confirmaron que «las religiones, si se practican de manera auténtica, contribuyen eficazmente a la promoción de la fraternidad y de la armonía en la familia humana».
En la audiencia a los participantes, el Papa «les alentó a continuar con los esfuerzos a favor de la promoción de la justicia y de la paz», según ha informado el comunicado final.