«Seamos Esperanza» entre los damnificados del terremoto de Perú

Entrevista al coordinador de esta campaña, Lucas Sempé

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LIMA, martes, 4 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Inmediatamente después de ocurrido el terremoto que afectó el sur del país, el Movimiento de Vida Cristiana (MVC) inició la campaña «Seamos Esperanza» para ir en ayuda de los damnificados. Un grupo de voluntarios se trasladó a Chincha desde donde se coordinaron las primeras entregas de las donaciones.

Así, la ayuda se ha intensificado y los voluntarios continúan viajando a la zona afectada para distribuir las donaciones y entregar consuelo a las familias afectadas, sin embargo, la ayuda todavía es insuficiente.

El coordinador de Seamos Esperanza, Lucas Sempé, cuenta en esta entrevista pública cómo se ha desarrollado la campaña en estas últimas semanas.

–A dos semanas de ocurrido el terremoto en Ica ¿Cuál es la situación en la que se encuentran las localidades de Pueblo Nuevo, Sunampe y Chincha Baja, zonas donde el MVC está ayudando masivamente?

–Lucas Sempé: Creo que la situación ha ido mejorando paulatinamente, la ayuda ha ido llegando desde diversos partes, ya sea de parte de organizaciones e instituciones nacionales y extranjeras. Sin embargo, todavía falta mucho por hacer, sobre todo en relación a garantizar verdaderas condiciones dignas para las personas que viven en estas zonas. Como Movimiento de Vida Cristiana, escogimos concentrarnos en estas 3 zonas, después de haber atendido inicialmente a todos los distritos de la provincia de Chincha porque descubrimos que son áreas rurales – en el caso de Sunampe y Chincha Baja – y un área urbano marginal que realmente necesitan mucha ayuda, desde la emergencia de tener que asistirlos con alimentación semanal, abrigo, medicinas, y también un mensaje de esperanza verdadero, centrado en el Señor Jesús.

–Las necesidades de los pobladores de estas zonas continúan ¿Cómo se intensificará la campaña Seamos Esperanza en las próximas semanas?

–Lucas Sempé: Hemos pasado a constituir comedores populares, proveyéndolos de alimento y de los utensilios necesarios, desde cocinas hasta ollas, así como preocuparnos de las viviendas temporales, que protejan del frío y de la tierra. Por otro lado, estamos atentos a los posibles problemas de salud, mediante una campaña de prevención en salud. Continuaremos con los viajes semanales de voluntarios donde se realizan distintas actividades: evangelización, catequesis a los niños, distribución de alimentos, armar carpas, organizar comedores populares, y en estas semanas, comenzar a ayudar a los pobladores en la reconstrucción o construcción de sus viviendas. Nuestra labor estará concentrada en una reconstrucción de la sociedad a largo plazo, preocupándonos de sanar las heridas, elevar el espíritu y promover un verdadero desarrollo integral desde lo externo hasta el interior de cada persona.

–¿Cómo ves el trabajo que hacen los voluntarios en Chincha, donde ya se han desplazado desde Lima más de mil?

–Lucas Sempé: ¡El trabajo de los voluntarios es espectacular! Los veo día y noche trabajando con mucha generosidad y alegría. Están bien organizados, con una actitud llena de entusiasmo por ayudar al hermano necesitado. El lema que llevan en sus polos resume bien lo que están haciendo y viviendo: El amor se hace concreto en el servicio. Y no se trata sólo de dar algo, sino de darse a sí mismos, de donarse, de comprometerse con el otro. Así, la cantidad de voluntarios que viene varias veces consecutivas es impresionante.

–La ayuda a los damnificados por el terremoto en Ica no es sólo material ¿Qué acciones concretas se están realizando para atender a estas personas psicológica y espiritualmente?

–Lucas Sempé: Se está realizando una labor, desde el primer día, de atención espiritual, catequesis y pastoral. La presencia de los sacerdotes y consagrados, junto a muchos miembros del Movimiento hace que nuestra acción de caridad siempre tenga presente la dimensión espiritual. En concreto, rezar antes de empezar a trabajar, la misa y el rosario, y rezar y hacer actividades con los pobladores da mucha paz, fortalece la esperanza y da fuerzas par seguir trabajando.

–¿Qué papel juegan las empresas en la ayuda a los damnificados?

–Lucas Sempé: Creo que la ayuda de las empresas privadas es fundamental para alcanzar un verdadero desarrollo integral, bien pensado, orgánico, que permita que esa zona del país progrese. En ese sentido, es muy importante que todas estas instituciones ponderen bien el tipo de ayuda. Además, ¡necesitamos personas e instituciones generosas para que podamos ayudar a más hermanos!

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ZENIT Staff

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