ROMA, 20 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Numerosas organizaciones han respondido a la campaña lanzada por Amnistía Internacional para salvar la vida de Safiya Tungar-Tudu, una joven nigeriana de 33 años, condenada a morir lapidada por tener un hijo sin estar casada.
Según la charia, la ley islámica, que en Nigeria tiene el valor de ley penal en algunos estados, a finales de diciembre, la joven será colocada en un agujero y enterrada hasta el pecho y luego lapidada hasta la muerte por la gente de su propia aldea.
Actualmente Safiya, encerrada en su cabaña, amamanta al niño que se ha convertido en su condena a muerte. Le podrá dar el pecho durante el tiempo que falta hasta la ejecución de la condena.
Los organizadores de la campaña solicitan escribir cartas a la Embajada de Nigeria pidiendo al Presidente de Nigeria que conceda el indulto a Safiya.
Safiya fue condenada a muerte por un tribunal islámico del estado de Sokoto, al noroeste de Nigeria, el 9 de octubre pasado.