CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 26 julio 2006 (ZENIT.org).- Un representante de la Santa Sede lanzó un llamamiento este miércoles para que se abra el acceso a las organizaciones humanitarias que asisten a los centenares de miles de refugiados del Líbano.
La petición ha sido presentada este miércoles por el arzobispo Agostino Marchetto, secretario del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, en un comunicado enviado a Zenit.
Tras exigir «el inmediato alto el fuego», el prelado pide que las instituciones humanitarias reciban acceso para atender «a la población civil que sufre o que ha tenido que abandonar su casa».
«Los centenares de miles de desplazados tienen necesidad, de hecho, de una atención solícita. Pasillos humanitarios tienen que abrirse para que pueda ofrecérseles una asistencia concreta y eficaz», reivindica.
Como secretario del Consejo Pontificio para la Pastoral para los Emigrantes y los Itinerantes, el arzobispo constata que «miles de trabajadores inmigrantes han quedado atrapados por el conflicto, y suscitan especial preocupación los que proceden de los países de Asia y África, pues son los más abandonados».
Por ello, pide que las instituciones internacionales salgan en su ayuda y los lleven a lugares más seguros o que les asistan para que regresen con seguridad a sus casas».
El secretario del dicasterio vaticano explica que «unas 22.000 personas (de Sudán e Irak), que han recibido asilo en el Líbano, están afrontando con particulares dificultades las consecuencia de las hostilidades».
El arzobispo considera que sería de «gran utilidad» el que se establecieran procedimientos de ingreso en Siria de libaneses, «emigrantes o refugiados reconocidos, durante este tiempo de violencia».
El representante vaticano concluye su comunicado deseando que la Conferencia Internacional celebrada este miércoles en Roma por la paz en Oriente Medio «lleve al final de la violencia, a una ayuda adecuada a la población civil, y al inicio de soluciones globales, a largo plazo, por la paz y la seguridad de toda la región».