IZMIR (TURQUÍA), viernes, 10 febrero 2006 (ZENIT.org).- El padre Martin Kmetec, el sacerdote franciscano menor conventual que ha recibido amenazas de muerte en Turquía por parte de unos muchachos fanáticos musulmanes, se siente «tranquilo» aunque tiene todavía «algo de miedo».
Así lo ha explicado telefónicamente a Zenit, añadiendo que «gracias a Dios, pasará todo». El religioso esloveno reconoce sentir «algo de miedo, pues mi nombre ha salido por todos los sitios, y si alguien quiere vengarse sabe dónde encontrarme».
Fray Martin fue asaltado ayer jueves en su iglesia de Santa Elena en Izmir (Esmirna) por un grupo de chicos que le agredieron y le dijeron: «Conseguiremos mataros a todos».
Por lo que se refiere a la reacción de la policía turca ante estos hechos, precisa que en un primer momento «no reaccionaron, aunque vinieron cinco minutos después de la llamada de un colaborador nuestro».
«Después de que vinieran, nosotros fuimos a ver al jefe de estación, y allí la actitud fue muy diferente –revela–. Presentamos declaración y vinieron otros responsables de terrorismo y crimen organizado. A partir de ese momento, han colocado ante la iglesia policías vestidos de uniforme y de civil, en el jardín que separa la iglesia de Santa Elena de nuestra comunidad».
Y añade: «Hace algunos días vino a visitarnos un policía vestido de civil y nos dejó su teléfono móvil en caso de que tuviéramos problemas. Cuando fui amenazado, nuestro colaborador no llamó a este teléfono móvil, sino a la policía local, que obviamente no estaba informada. Esto explica el que al inicio nuestra declaración no fuera bien interpretada».
Sobre la próxima visita del Papa a Turquía (prevista del 28 al 30 de noviembre), el franciscano confiesa su escepticismo: «No creo que sirva para mejorar la situación. La situación no se resolverá con una visita del Papa, sino con la legislación del Estado».
«Además –añade– tenemos que tener en cuenta que la visita del Papa será manipulada de cara a las elecciones presidenciales del próximo año».
Fray Martin Kmetec comenta que esta impresión es compartida por su comunidad religiosa quien recuerda que «la invitación del Papa a visitar Turquía ha pasado con la mitad de la oposición del Parlamento».
«El Estado, con su concepción de los derechos de las comunidades cristianas, no tiene que actuar con un sistema otomano, sino europeo, reconociendo el derecho de existencia y de propiedad de las minorías», opina.
«El grande problema de la Turquía de hoy son las ideologías extremistas», considera.
¿Qué pueden hacer los católicos ante esta situación concreta? El padre Martin lo tiene claro: «Rezar por nosotros, el mundo y Turquía en particular es una realidad muy compleja. Tenemos que rezar, pero no sabría decirle otra cosa».