OUAGADOUGOU, 11 agosto (ZENIT.org-FIDES).- «El interés de los jóvenes de mi país por la Jornada Mundial de la Juventud se debe sobre todo a la confianza y el cariño que tenemos por el Papa», reconoce Dénis Ouedraogo, presidente nacional de los jóvenes católicos de Burkina Faso.
De Burkina llegarán a Roma 300 jóvenes. «Después de la Jornada Mundial de París en 1997, los jóvenes de mi país han comenzado a reorganizarse para vivir mejor su fe», explica Dénis.
El presidente de los jóvenes católicos explica también que, del 3 al 5 de agosto, cinco mil jóvenes se reunieron en Ouagadougou en una Jornada Nacional de la Juventud: «Fueron recibidos por familias, participaron en las catequesis impartidas por obispos en las parroquias, rezaron, asistieron a conciertos. La conclusión tuvo lugar el 6 de agosto con una Misa solemne… Hubo gran espíritu de participación y, aunque a Roma sólo van 300, todos estaremos cerca del corazón de Juan Pablo II».