El presidente no sólo se pronunció contra la clonación reproductiva, sino también contra la que busca producir embriones para después utilizarlos como material de experimentación, comúnmente aunque impropiamente llamada «terapéutica».
«Creo que la clonación humana es algo negativo y que ambas modalidades deberían ser prohibidas», afirmó Bush en un discurso en la Casa Blanca.
Propuso, sin embargo, otras formas «más éticas» de realizar investigaciones avanzadas, como el uso de células madre adultas, terapia que no se requiere acabar con una vida humana en estado embrionario.