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Martes 19 de enero de 2016

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El Papa en Santa Marta: ‘No hay santo sin pecado, ni pecador sin futuro’

En la homilía de este martes, el Santo Padre reflexiona sobre la historia del rey David, una elección de Dios lejos de los criterios humanos
El papa Francisco ha recordado que Dios se no detiene en las apariencias, sino que ve el corazón. Así, en la homilía de este martes porla mañana celebrada en Santa Marta, el Santo Padre ha subrayado que también en la vida de los santos hay tentaciones y pecados, pero “nunca hay que utilizar a Dios para ganar una causa propia”.
Haciendo referencia a la primera lectura del día, el Papa ha observado que el Señor rechaza a Saúl “porque tenía el corazón cerrado”, no le había obedecido y piensa en elegir otro rey. De este modo, ha reflexionado sobre el pasaje del Libro de Samuel donde se narra la elección de David. Una elección –ha precisado– lejos de los criterios humanos, ya que David era el más pequeño de los hijos de Jesé. Pero el Señor hace entender al profeta Samuel que para él no cuenta la apariencia, el Señor ve el corazón.
A propósito, el Santo Padre ha explicado que “nosotros muchas veces somos esclavos de las apariencias y nos dejamos llevar por estas cosas”. Pero el Señor, ha asegurado, sabe la verdad. De este modo, ha recordado que en esta historia pasan los siete hijos de Jesé y el Señor no elige a ninguno, les deja pasar. Y llega David, que a los ojos de los hombres no contaba, pero el Señor lo elige y manda a Samuel ungirle y el Espíritu del Señor “irrumpe en David”, y desde ese día en adelante “toda la vida de David ha sido una vida de un hombre ungido por el Señor, elegido por el Señor”. Entonces –se ha preguntado Francisco– ¿el Señor lo ha hecho Santo? No, “el rey David es el santo rey David, esto es verdad, pero Santo después de una vida larga”, también una vida con pecados.
En esta línea, el Pontífice ha afirmado: “Santo y pecador. Un hombre que ha sabido unir al Reino, ha sabido llevar adelante al pueblo de Israel. Pero tenía sus tentaciones… tenía sus pecados: fue también un asesino. Para cubrir su lujuria, el pecado de adulterio… mandó matar. ¡Él!”
Pero, ¿el santo rey David ha matado?, ha preguntado el Papa. Así, ha explicado que cuando Dios envió al profeta Natan para hacerle ver esta realidad, porque él no se había dado cuenta de la barbarie que había ordenado, reconoció ‘he pecado’ y pidió perdón.
El Pontífice ha observado que la vida de David fue adelante. “Ha sufrido en su carne la traición del hijo, pero nunca ha usado a Dios para vencer una causa propia”.  Por eso, ha recordado que cuando David  debe huir de Jerusalén envía de vuelta el Arca y declara que no usará al Señor en su defensa. Y cuando era insultado, David en su corazón pensaba: “Me lo merezco”.
Después llega la magnanimidad: podía matar a Saúl pero no lo ha hecho. Este es el santo rey David, gran pecador, pero arrepentido. El Papa ha confesado que a él le conmueve la vida de este hombre, que nos hace pensar también en nuestra vida.
Para finalizar su homilía, el Santo Padre ha asegurado que “a todos nosotros nos ha elegido el Señor por el Bautismo, para estar en su Pueblo, para ser Santos; hemos sido consagrados por el Señor, en este camino de su santidad”. Y así, ha indicado que leyendo la vida de David, que ha hecho muchas cosas buenas y otras no tan buenas, “me hace pensar que en el camino cristiano, en el camino que el Señor nos invita a hacer, creo que no hay ningún santo sin pecado, ni tampoco ningún pecador sin futuro”.
 

Se perfila una visita del Papa a la ‘Gran Mezquita’ de Roma

El miércoles, antes de la audiencia general una delegación musulmana formalizará la invitación. Bergoglio sería el primer Pontífice que visita la mezquita de Roma

El papa Francisco podría visitar en breve la Gran Mezquita de Roma. Este miércoles 20 de enero –afirma la agencia de noticias italiana ANSA– antes de la audiencia general, el Pontífice recibirá en el Vaticano a una delegación del templo musulmán de Roma, que formalizará la invitación para el encuentro que se está preparando desde hace unos diez meses. Sería en el contexto del Jubileo de la Misericordia, tema que en la bula de convocación, Francisco indicó como común a ambas religiones.
De otro lado, el presidente de la Unión de las comunidades islámicas de Italia, Izzedin Elzir, declaró al noticiero TV2000 que la fecha barajada sería el miércoles 27 de enero.
La Gran Mezquita de Roma es el templo musulmán más grande de Occidente con capacidad para 12 mil fieles y 40 mil en las fiestas particulares. Es también la sede del Centro islámico cultural de Italia. Financiada por el rey Faysal de Arabia Saudita, la primera piedra de la mezquita fue puesta en 1984 y la inauguración se realizó el 21 de junio de 1995.
El domingo pasado, con motivo de la visita del Papa a la Sinagoga de Roma, el imán Yahya Pallavicini, vicepresidente del la  Comunidad religiosa islámica, ha indicado su deseo de que el Santo Padre pueda visitar la mezquita.“Lo deseo y trabajo para ello” dijo a los medios de comunicación.
Pallavicini junto a Abdellah Redouane, director del Centro islámico cultural de Italia, que dirige la mezquita de Roma, a varios embajadores y a representantes del Consejo de administración de la Gran Mezquita, presentarían este miércoles la invitación al Papa. Así, Francisco sería el primer Pontífice que visita la Mezquita de Roma.
El primer Papa que entró en un templo musulmán fue san Juan Pablo II en Damasco, el 6 de mayo de 2001, en la Mezquita de Omayyadi. Benedicto XVI en Turquía visitó el 30 de noviembre de 2006 la Mezquita Azul. Allí también estuvo el papa Francisco, el 29 de noviembre de 2014.  El pasado 30 de noviembre  visitó la Mezquita central de Koudoukou, en Bangui, capital de la República Centroafricana, como parte de su viaje apostólico a África.
 

El Papa agradece a las fuerzas del orden de Italia su empeño en este Año Jubilar

Les invitó a que este Año de la Misericordia sea para todos tiempo de reconciliación con Dios y con los hermanos

El santo padre Francisco ha recibido este lunes en audiencia, con motivo de la felicitación del nuevo año que inicia, a las autoridades italianas que se encargan de la seguridad entorno al Vaticano, en la plaza de San Pedro y en los viajes del Papa por Italia.
Los funcionarios y agentes de la Inspectoría de la Seguridad Pública coordinan en Roma a las diversas fuerzas de seguridad italianas y trabajan en estrecha colaboración con los dos cuerpos de vigilancia de Estado-Ciudad del Vaticano: la Gendarmería Vaticana y la Guardia Suiza. Una tarea de particular importancia tomando en cuenta que el Vaticano es un objetivo extremamente sensible en materia de seguridad, en un período de amenaza terrorista generalizada.
“Renuevo mi aprecio por el trabajo que realizan con profesionalidad y sentido del deber” les dijo el Santo Padre y les agradeció además “por la presencia en las visitas pastorales que realizo en Italia”. El Papa calificó el encuentro “aún más significativo” porque “se coloca en el contexto del Año Santo de la Misericordia, evento de relevancia espiritual que ha visto ya en estos primeros días la afluencia en la ciudad de Roma de muchos peregrinos provenientes de diversas partes del mundo”.
Les recordó también que en este momento ellos “están llamados a un empeño más grande para lograr que las celebraciones y los eventos relacionados con el Jubileo extraordinario se realicen en modo regular y positivo”. Y haciendo referencia el pesebre aún presente en la plaza de San Pedro, el Santo Padre les invitó “a custodiar dentro de nosotros, siguiendo el ejemplo de la Virgen María, el misterio que hemos celebrado”.
“María nos ha ofrecido –les indicó el Francisco– a Jesús como principio de vida nueva. Ese Niño es el verdadero consolador de los corazones, la luz verdadera que ilumina nuestra vida venciendo la oscuridad del pecado. En Él hemos contemplado el rostro de la misericordia de Dios Padre y hemos recibido una nueva invitación a convertirnos al amor y al perdón”.
Así les ha deseado que esta experiencia espiritual les acompañe durante todo el Año Santo: “Que el Jubileo de la Misericordia sea para todos un tiempo fuerte del espíritu, un tiempo de reconciliación con Dios y con los hermanos”.
El Santo Padre les recordó también que “todos nosotros tenemos necesidad de reconciliarnos, todos. Todos tenemos algo con un hermano, en familia o con un amigo… Y este es el tiempo de la reconciliación y para hacer paz”, y así les invitó a que puedan “experimentar esa consolación interior que sintieron los pastores de Belén”.
Al concluir les deseó que “el Señor les proteja en el cumplimiento de las tareas” y que María madre de Jesús y nuestra “les esté siempre cercana en el momento de dificultad”. Y aseguró que cuando les ve reza siempre por ellos “y lo hago de corazón”.
 

‘Católicos y luteranos prosigan el camino hacia una mayor unidad’

Audiencia del Santo Padre a una delegación de la Iglesia Luterana de Finlandia, con ocasión de la peregrinación ecuménica a Roma por la fiesta del patrón, san Enrique

Estamos agradecidos al Señor por los resultados que se han conseguido en el diálogo entre luteranos y católicos. Así lo ha manifestado el papa Francisco a la delegación ecuménica de la Iglesia luterana de Finlandia con ocasión de la tradicional peregrinación anual a Roma por la fiesta de san Enrique.
Peregrinación –aseguró el Santo Padre– que es un signo ecuménico elocuente del hecho que, como luteranos, ortodoxos y católicos, ha sido descubierto lo que nos une y, juntos, está el deseo de dar testimonio de Jesucristo, que es el fundamento de la unidad.
El diálogo entre católicos y luteranos, explicó el Papa en su discurso, prosigue en su prometedor camino hacia una interpretación compartida, a nivel sacramental, de Iglesia, Eucaristía y Ministerio.
Asimismo, recordó que los importantes pasos adelante realizados juntos están “construyendo un fundamento sólido de comunión de vida en la fe y en la espiritualidad, y las relaciones son cada vez más impregnadas por un espíritu de sereno consuelo y de fraterno compartir”.
Aunque en este diálogo quedan todavía algunas diferencias en la doctrina y en la praxis, el Papa advirtió de que esto “no debe desalentarnos sino más bien empujarnos a proseguir juntos el camino hacia una unidad cada vez mayor, también superando viejas concepciones y reticencias”.
Finalmente, el Pontífice aseguró que en un mundo a menudo lacerado por los conflictos y marcado por el secularismo y la indiferencia, “todos unidos estamos llamados a comprometernos a confesar a Jesucristo, haciéndonos cada vez más, testigos creíbles de unidad y artífices de paz y de reconciliación”.

El Papa presidirá la clausura de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos

La celebración será el 25 de enero, con la oración de las vísperas en la basílica de San Pablo Extramuros junto a los representantes de otras Iglesias y comunidades eclesiales presentes en Roma

El papa Francisco presidirá, el próximo lunes, la oración de vísperas en la basílica de San Pablo Extramuros en la solemnidad de la conversión de San Pablo Apóstol. De este modo se celebra la conclusión la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que inició este lunes y que lleva por tema “Llamados para anunciar a todos las obras maravillosas de Dios” (cfr. 1 Pt 2, 9).
En la celebración participarán los representantes de las otras Iglesias y comunidades eclesiales presentes en Roma. De forma particular, están también llamados a participar el clero y los fieles de la diócesis de Roma.
El texto para la reflexión de esta semana llega desde Letonia –haciendo referencia al pasaje bíblico del tema de este año– invita a sentirse “llamados a proclamar las grandes obras del Señor. El primer borrador –explica una nota de la Oficina de las Celebraciones litúrgicas– ha sido preparado por un grupo interconfesional reunido por invitación del arzobispo de Riga, monseñor Zbigņevs Stankevičs.
El texto ha sido después reelaborado en la forma final por la comisión internacional nombrada por la Comisión fe y constitución del World Council of Churches y del Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos.
 

La cruz de Lampedusa vuelve a Roma tras una larga peregrinación

Participó este domingo en los actos programados para la celebración del Jubileo de los Migrantes

La cruz de Lampedusa, realizada por el carpintero Franco Tuccio con madera de las embarcaciones llegadas a la isla siciliana con decenas de inmigrantes, participó este domingo en el rezo del Ángelus, presidido como de costumbre por el papa Francisco en la plaza de San Pedro.
Con motivo del Jubileo de los Migrantes y la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, también acudieron a la tradicional cita dominical siete mil personas procedentes de unos 30 países y residentes en la región italiana del Lazio.
Tras la plegaria mariana, el cardenal Antonio Maria Vegliò, presidente del Pontificio Consejo para los Migrantes e Itinerantes, ofició la Santa Misa en la basílica de San Pedro. A un lado del altar fue colocada la cruz de Lampedusa, que bendijo el Pontífice antes del comienzo de una audiencia general en abril de 2014.
Durante la ceremonia religiosa, el purpurado consagró las formas elaboradas por tres condenados por homicidio. Los numerosos inmigrantes presentes en la celebración eucarística ya habían atravesado con anterioridad la Puerta Santa del principal templo de la cristiandad, para ganar la indulgencia plenaria en el marco del Año de la Misericordia.
Con 2,80 metros de alto, 1,50 metros de ancho y 60 kilos, la simbólica cruz inició hace varios meses una peregrinación por la geografía italiana para llevar un mensaje de solidaridad y paz entre las comunidades, parroquias, culturas, ciudades y credos.
La iniciativa, denominada Viaje de la cruz de Lampedusa, está promovida por la fundación Casa del Espíritu y de las Artes, una entidad activa desde hace varios años en Milán. La cruz será acogida de manera definitiva en la iglesia de San Esteban, en la capital lombarda, una vez finalice su periplo por las parroquias de toda Italia.
 

El avance yihadista dispara la persecución religiosa en el mundo

El número de cristianos fallecidos por su fe aumentó en más de un 60 por ciento en el último año, según un informe elaborado por Puertas Abiertas

La Lista Mundial de la Persecución de 2016, recientemente publicada por Puertas Abiertas, refleja que 7.100 cristianos fueron asesinados por practicar su fe en un año, del 1 de noviembre de 2014 al 31 de octubre de 2015. Esto supone un incremento del 63 por ciento en el número de muertes conocidas respecto al estudio del periodo anterior. A nivel general, la persecución ha aumentado en 2,8 puntos respecto a los índices de 2015.
El mayor grado de persecución religiosa se observa en Corea del Norte, Irak, Eritrea, Afganistán, Siria, Pakistán, Somalia, Sudán, Irán y Libia, mientras que el deterioro de la libertad de conciencia se ha recrudecido en Eritrea y Pakistán. Además, en la lista han aparecido dos países nuevos: Níger y Baréin.
El número de víctimas es especialmente elevado en los países donde actúan los grupos yihadistas, como Boko Haram, Séléka, ADF-NALU y Al-Shabaab. Solo en Nigeria fallecieron más de cuatro mil cristianos y otras 30 mil personas tuvieron que huir de sus hogares por motivo de la confesión religiosa que profesan.
La ONG también señala a Siria e Irak como dos de los países con más actos violentos hacia los cristianos, especialmente en áreas donde domina el autodenominado Estado Islámico (Daesh, por su acrónimo en árabe). Sin embargo, los ataques o las cifras de cristianos fallecidos que se conocen, no son representativas del total de incidentes que se han producido durante el periodo de la investigación.
Otro de los indicativos de este aumento de la persecución es el ensañamiento con los lugares de culto. En el periodo analizado se ha duplicado el número de iglesias atacadas, de 1.062 templos cristianos asaltados en 2014 a 2.406 en 2015. Las profanaciones se han dado especialmente en zonas controladas por los milicianos de Daesh.
La Lista Mundial de la Persecución se publica cada año e incluye a los 50 países en donde los cristianos están más perseguidos. Los métodos de investigación y los resultados están auditados de manera independiente por el Instituto Internacional de la Libertad Religiosa.
 

Iglesia en Chile presenta un documento sobre equidad y desarrollo

Elaborado por la Comisión Justicia y Paz de la Cáritas se titula: ‘Los nuevos rostros de los Excluidos’
La Comisión Justicia y Paz de la Pastoral Social Caritas Chile, de la Conferencia Episcopal, presenta el documento “Equidad y Desarrollo en Chile: Los nuevos rostros de los Excluidos”, que busca contribuir al diálogo en torno a un desarrollo integral y con mayor equidad.
El objetivo del texto es que a través de un auténtico diálogo social, se puedan consensuar diagnósticos y acordar propuestas que permitan humanizar y compartir equitativamente el desarrollo del país.
La legítima preocupación de la Iglesia por la equidad en la vida social proviene de su propia naturaleza e identidad como Pueblo de Dios y comunidad de creyentes, en tanto procura que la sociedad, con la que comparte gozos y esperanzas y en la que quiere ser sal y luz, se construya como comunidad de hermanos, que si bien pueden tener diferentes talentos, son todos hijos del mismo Padre que comparten la misma mesa. Por ello “las excesivas desigualdades económicas y sociales entre los miembros o los pueblos de una única familia humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana y también a la paz social e internacional”.
La Comisión Justicia y Paz tiene como finalidad “promover la justicia y la paz en nuestra sociedad, según el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia”. En este ámbito, una de sus funciones es “reflexionar sobre la situación socioeconómica, política y cultural del país para contribuir a un mayor discernimiento en vista a construir y fortalecer el bien común de todos sus integrantes”.
Nos mueve el único interés –explican– de construir un país en el que los valores del Evangelio orienten nuestra forma de ser sociedad, de vivir y convivir en ella. Queremos hacer un aporte en la reflexión de este desafío mayor que enfrenta nuestra sociedad y al anhelado estilo de desarrollo al cual todos aspiramos.
La reflexión se estructura en tres partes: Se entregan antecedentes que buscan relevar la situación de inequidad en Chile en sus nuevas características. Se mencionan elementos que ayuden al discernimiento ético de esta situación. Y finalmente, se invita a centrar la atención en propuestas que contribuyan a enfrentar el desafío de una sociedad más justa y equitativa, procurando el bien común y un desarrollo sostenible.
El trabajo, que fue aprobado por toda la Comisión Justicia y Paz, es fruto de la investigación, puesta en común, respeto por las opiniones divergentes y búsqueda de puntos de convergencia de todos sus integrantes y, asimismo, asume aportes de otros muchos vinculados a este desafío.
El texto es una invitación a reflexionar y, sobre todo, a dialogar nuevamente sobre el problema de la equidad que afecta tan seriamente las raíces de nuestro sistema social. El auténtico desarrollo – que sólo es tal cuando es integral y justo- sigue siendo un desafío pendiente entre nosotros. “Es probable que esta situación, junto a los acelerados cambios sociales que ha vivido nuestro país, sea una de las causas más relevantes para explicar la insatisfacción de muchos, la desconfianza en nuestras instituciones y la pérdida de cohesión social”, indican.
Descargar el documento de trabajo

Los milagros de Lourdes entre ciencia y fe

Conferencia del profesor Franco Balzaretti, vicepresidente de los Médicos Católicos
Los milagros de Lourdes entre Ciencia y fe‘, es el título de la conferencia que el profesor Franco Balzaretti, vicepresidente nacional de la Asociación de Médicos Católicos Italianos (AMCI) y miembro titular del Comité Médico Internacional de Lourdes (CMIL), ha impartido esta tarde en el ámbito del máster Ciencia y Fe, promovido por el Instituto Ciencia y Fe dirigido por el padre Rafael Pascual L.C en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma.
El título de la conferencia nos lleva enseguida a aclarar un primer aspecto: ¿Qué se entiende por milagro? Y sucesivamente, ¿en el diálogo entre la ciencia y la fe cómo se afronta la cuestión del milagro?
“Contrariamente a lo que se cree –declara el prof. Balzaretti– un milagro no es solo un hecho sensacional e inexplicable sino que implica también a una dimensión espiritual. Por lo que una sanación, para ser cualificada como milagrosa, debe respetar dos condiciones: que suceda según las modalidades extraordinarias e imprevisibles y que sea vivida en un contexto de fe.
En este surco será siempre indispensable un diálogo entre la ciencia médica y la Iglesia”. Este es el significado del “milagro”, que aún estando esencialmente unido a la religión y a la teología, presenta claros valores de relevancia científica y filosófica y esto es lo que se analizará en la conferencia. Asimismo, se explicará cómo la mayor parte de los milagros, hoy como en el tiempo de Jesús, está representada precisamente por “milagros de sanación”.
Para que estos milagros encuentren una confirmación, los peregrinos que desean dar testimonio del beneficio obtenido deben, a través de un proceso establecido, dirigirse a laOficina de las Constataciones Médicas situado en el Santuario de Lourdes dentro del cual trabajan peritos y expertos médicos que están llamados a verificar la veracidad del testimonio. Balzaretti además subraya cómo “la metodología seguida por el CMIL es exactamente la misma que se utiliza en las investigaciones científicas”.
Se puede por tanto afirmar que el hombre de Iglesia y el hombre de ciencia, en este caso el médico, tienen dos roles complementarios, ambos importantes, que trabajando en dos niveles diferentes persiguen un mismo fin, es decir, el discernimiento de las sanaciones milagrosas.
Los médicos siempre han tenido un rol fundamental en el estudio y la verificación de las sanaciones de Lourdes, conciliando las exigencias de la razón con las de la fe.
Para más información: www.uprait.org
 

Lanzan una campaña para responder a las preguntas existenciales

Los tres primeros vídeos de la Fundación Carmen de Noriega son: ¿Existe Dios?, ¿Por qué sufrimos? y ¿Cómo es Dios?

La Fundación Carmen de Noriega ha lanzado la campaña “Atrévete a buscar”, que plantea cuestiones fundamentales como: ¿Se puede probar científicamente la existencia Dios?, ¿Por qué sufrimos? o ¿Cómo es realmente Dios?
Su principal objetivo es promover el diálogo sobre la existencia de Dios y sobre las cuestiones que afectan “radicalmente al sentido de la vida de todo ser humano, independientemente de si es creyente o no creyente”, explica Gonzalo Barriga, uno de los promotores de la iniciativa.
La campaña cuenta con una serie de vídeos, realizados con la técnica del visual thinking, y que plantean “cuestiones que todos nos hemos preguntado alguna vez, como por ejemplo si se puede probar científicamente la existencia de Dios y por qué existe el mal en el mundo”, señala la Fundación en un comunicado.
“Estamos convencidos de que quien busca encuentra respuestas en su vida. Quizá no en el momento que a él le gustaría, o de una forma absolutamente completa, pero encuentra. Por eso esta campaña anima a buscar”, apunta Barriga. “Esta campaña no es para los que lo saben todo y lo tienen todo claro”, asevera.
Esta iniciativa quiere fomentar el diálogo en internet y las redes sociales. Por este motivo, sus promotores piden que se opine “desde el profundo respeto a la opinión del otro, especialmente a la que es distinta de la mía”, y vaya acompañada de una actitud de “apertura y escucha a lo que otros nos puedan aportar”.
En la elaboración de los guiones de los vídeos ha colaborado Pedro Castelao, profesor de Antropología Teológica en la Universidad Pontificia Comillas.
“Atrévete a buscar” es una campaña “novedosa, fresca y juvenil que, a través de una estética y un lenguaje totalmente diferentes, reflexiona sobre temas esenciales de la fe”, destaca la citada organización en su nota.
Además, pretende “provocar preguntas sobre cuestiones básicas para cualquier ser humano, pues todos, en uno u otro momento, nos planteamos interrogantes decisivos para encontrar un sentido a nuestra propia vida, a la historia, al mundo”.
La campaña, en este primer momento, propone tres grandes preguntas: ¿Existe Dios?, ¿Por qué sufrimos? y ¿Cómo es Dios?
La Fundación Carmen de Noriega nace en 2006 con el objetivo de contribuir a la difusión del mensaje del Evangelio, y lo hace tratando de ayudar a la Iglesia a mejorar la comunicación, entendida en un sentido amplio.
La Fundación ofrece cursos y seminarios a sacerdotes y obispos, catequistas, responsables de comunicación de diócesis y congregaciones religiosas, para mejorar la comunicación eclesial en todos sus ámbitos: en la comunicación interpersonal, en la comunicación con grupos (se incide sobre todo en la homilía), y en la comunicación a través de medios y redes sociales. También ofrece servicios de consultoría en materia de comunicación institucional a diócesis, congregaciones religiosas y otras instituciones de la Iglesia.
Para más información: www.atreveteabuscar.com
 

Comentario a la liturgia dominical

Tercer domingo común – Ciclo C – Textos: Ne 8,2-4a. 5-6.8-10; 1 Co 12, 12-30; Lc 1, 1-4; 4, 14-21

P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano María Mater Ecclesiae de São Paulo (Brasil).
Idea principal: Programa electoral de Cristo.

Síntesis del mensaje: Esta es la primera vez que Jesús habla en su pueblo y sus paisanos le escuchaban sin pestañear. Abre su campaña electoral por el Reino de los cielos. Su discurso programático está orientado a la liberación integral del hombre.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, en resumen el programa electoral de Jesús queda así: evangelización, alivio de los enfermos, preferencia por los pobres, liberación de los explotados, expulsión de los demonios, excarcelación de los presos, indulto y amnistía para todos, perdón de los pecados. Por tanto, libertad, justicias y santidad; ahí está el programa electoral de Cristo. Con ese programa Jesús se presenta como el Mesías profetizado por Isaías (61, 1-2): “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura”. ¿Cómo reaccionó la gente de su pueblo a este programa electoral? Tres veces estuvo Jesús en su pueblo: la primera le aplaudieron (Lc 4, 16-22; Mt 4, 15); la segunda le silbaron (Lc 4, 23-24); la tercera le expulsaron (Lc 4, 25-30). A la tercera fue la vencida: le sacaron de la sinagoga, le empujaron a las afueras, hasta el borde de la grieta y no le faltó más que el último envite. Todo porque enmendó la página de Isaías, la hace suya pero suprime “la venganza de nuestro Dios” (Is 61,2), pues ese Mesías viene a proclamar “el año de gracia del Señor”. ¿No estamos celebrando este año el jubileo de la misericordia? ¿Quién se cree este hijo del carpintero José? –decían sus paisanos de Nazaret.

En segundo lugar, la Iglesia de Cristo seguirá y debe seguir ese mismo programa electoral, está claro, si no quiere desvirtuar la misión redentora de Cristo y aguarla o ideologizarla. El documento de Aparecida dice lo siguiente: El rico magisterio social de la Iglesia nos indica que no podemos concebir una oferta de vida en Cristo sin un dinamismo de liberación integral, de humanización, de reconciliación y de inserción social” (n. 359). Y en el número 362: “Asumimos el compromiso de una gran misión en todo el Continente, que nos exigirá profundizar y enriquecer todas las razones y motivaciones que permitan convertir a cada creyente en un discípulo misionero. Necesitamos desarrollar la dimensión misionera de la vida en Cristo. La Iglesia necesita una fuerte conmoción que le impida instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres del Continente. Necesitamos que cada comunidad cristiana se convierta en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo. Esperamos un nuevo Pentecostés que nos libre de la fatiga, la desilusión, la acomodación al ambiente; una venida del Espíritu que renueve nuestra alegría y nuestra esperanza. Por eso, se volverá imperioso asegurar cálidos espacios de oración comunitaria que alimenten el fuego de un ardor incontenible y hagan posible un atractivo testimonio de unidad “para que el mundo crea” (Jn 17, 21). Esto no es política ni huele a socialismo, sino a evangelio puro. Y ahí está la Iglesia en la vanguardia: curando, sanando, consolando, libertando el alma de los pecados, animando a la conversión del corazón, invitando a la justicia, a la solidaridad, al perdón y a la paz. Pero, ¿los Organismos Internacionales y Nacionales escuchan la voz de la Iglesia? ¿Los sacerdotes y obispos escuchan el gemido de tantos pobres de cuerpo y alma, o están atrincherados en sus posiciones políticas e ideológicas, o peor, en sus despachos parroquiales y episcopales con mil papeles? ¡Cuidado! 

Finalmente, ahora nos toca también a nosotros, laicos, pues también nosotros somos Iglesia. La mejor manera de unirnos al programa electoral de Cristo es seguir con alegría y conciencia la consigna de san Pablo en la segunda lectura de hoy: vivir unidos en la misión encomendada por Cristo, colaborando cada uno en los diversos campos de la vida eclesial. ¿Cuáles? La catequesis, la caridad servicial, las misiones, los medios de comunicación social, etc. ¿Objetivo? Llevar el programa de Cristo por todos los rincones del mundo. ¿Finalidad? Para que todos conozcan a Cristo y se salven. ¿Modo? Con amor y en el respeto, guiados por el Espíritu Santo y todos unidos en el mismo ideal, sin querer sobresalir ni hacer ranchos aparte. Nehemías, laico, y Esdras, sacerdote (1ª lectura) nos dan un buen ejemplo de cooperación entre todos los estamentos de una comunidad, en nuestro caso para llevar el programa electoral de Cristo. ¡Qué bueno que en los últimos años hemos experimentado una creciente y muy provechosa participación de los laicos en las tareas comunes de la Iglesia y en la obra de la reevangelización. Aquellos a quienes llevemos ese programa de Cristo –pobres, ciegos, oprimidos, tristes, ricos-, ¿nos escucharán? ¿Nos rechazarán? ¿Colaborarán con nosotros? ¿Nos tirarán por el barranco de su indiferencia y desprecio? No importa, pues Cristo también pasó por todo eso.

Para reflexionar: ¿Conozco bien el programa electoral de Cristo? ¿Lo he asimilado en mi propia vida? ¿Lo transmito por todos los rincones de mi geografía personal, familiar, barrial, rural? ¿Cómo reaccionan aquellos a quienes les hablo del programa electoral de Cristo: con amor, con indiferencia, con hostilidad?

Para rezar: Señor, me cuesta entender tu programa electoral. Me hubiera gustado más triunfalista, más fácil. No obstante, me fío de ti. Dame la gracia de asimilar bien este tu programa de liberación y salvación total, de cuerpo y alma. Pon en mi boca las palabras justas y apropiadas para saber descifrar tu programa a los hombres y mujeres de este tiempo.

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org

Beato Basilio Antonio María Moreau – 20 de enero

«Vivió al abrigo de la cruz, su única esperanza en medio de los numerosos contratiempos que le salieron al paso para poder sostener sus fundaciones integradas por sacerdotes, religiosos y laicos. Tuvo como modelo la Sagrada Familia»

En esta festividad de san Sebastián, la Iglesia celebra la vida de este beato. Como tantos otros fundadores y fundadoras, Antonio sufrió mucho para llevar adelante su obra. Fue incomprendido en no pocas ocasiones, pero nunca dejó de confiar plenamente en la divina providencia. En su afán de cumplir en todo momento la voluntad de Dios, no dudó en entregarse por completo hasta el fin de sus días. Este sentimiento de actuar en nombre de Dios, de ser instrumento suyo, lo transmitió a sus hijos espirituales: «La obra de la Santa Cruz no es obra del hombre, sino obra de Dios mismo […]. Por eso os exhorto a renovar el espíritu de vuestra vocación, que es un espíritu de pobreza, castidad y obediencia».
Había nacido en Laigné-en-Bélin, distrito de Le Mans, Francia, el 11 de febrero de 1799. Formaba parte de una generosa familia, compuesta por catorce hermanos, de los que fue el noveno. Cuando decidió ser sacerdote, el párroco le ayudó en las enseñanzas básicas, que después prosiguió en el colegio de Château-Gontier y en el seminario de Le Mans. Su vocación eran las misiones. Y allí hubiera querido partir cuando se convirtió en sacerdote en 1821. Sin embargo, las previsiones de su obispo eran otras. Vio en él cualidades para la enseñanza y formación de los nuevos seminaristas, y decidió que ampliase estudios fuera de la diócesis. Al regresar a Le Mans, junto a su intensa actividad pastoral, impartía diversas disciplinas en el seminario del que fue profesor desde 1823 a 1836. Tres años antes de cesar en esta tarea, tomó contacto con la fundación del Buen Pastor de Le Mans, institución destinada a la reeducación de jóvenes que erraron su camino y se adentraron en los peligrosos derroteros de la delincuencia. Fue una experiencia inolvidable para él.
En 1835 conoció de cerca la Congregación de los Hermanos de San José que tenía como objetivo la formación de los campesinos. Estaba en manos de laicos comprometidos, y él se convirtió en su director espiritual. Consciente de la gran tarea pastoral que siempre tienen delante los presbíteros, ese año de 1835 fundó la sociedad de Sacerdotes Auxiliares. Con ella dio un impulso más que notable a su labor, asistiéndoles a través de predicación, retiros, cursillos y misiones populares. En 1837 surgió, como fusión de esta sociedad y la Congregación de Hermanos de San José, otra nueva fundación: la Congregación de la Santa Cruz con el lema: «Salve, oh cruz, nuestra única esperanza». Le dio este nombre por el alcance que la cruz tenía en su vida. Dado que es la señal del seguidor de Cristo, siempre aludía a ella en su dirección espiritual.
Cuatro años más tarde impulsó la tercera fundación: las Marianitas de la Santa Cruz, integrada por religiosas. Sabedor del valor incuestionable de la unidad, fuente de bendiciones que sostiene cualquier empresa, hacía notar: «La unión hace la fuerza y la desunión lleva a la ruina». Unidad, naturalmente, que debía estar vinculada en Cristo: «Debemos permanecer unidos en Él los unos a los otros, de forma que seamos uno solo, como las ramas con el tronco, sostenidas por la misma raíz y alimentadas por la misma savia, que forman un solo árbol».
Tomando como modelo a la Sagrada Familia denominó a los sacerdotes, Salvatoristas, a los hermanos, Josefinos, y a las religiosas, Marianitas. En conjunto, extendieron sus redes en el entorno rural y en otras misiones emprendidas en el extranjero. Educación y predicación eran pilares básicos de la acción apostólica, junto a la labor parroquial y «difusión de la buena prensa». Por otro lado, se ocuparon de crear y dirigir casas destinadas a la reinserción de delincuentes jóvenes y a acoger personas sin hogar. Las tres ramas de la Congregación fueron estableciéndose en distintos lugares del mundo: Argelia, Estados Unidos, India y Canadá, entre otros países. El P. Moreau siguió la expansión desde su morada situada junto al Instituto de la Santa Cruz.
Él, que tanto amó la unidad, durante más de una década tuvo que padecer su ausencia entre sus hijos. Tanta fue la presión y acusaciones que ponían en solfa su capacidad gestora, amén de otras discrepancias añadidas, que se propuso dimitir como superior general en 1860, gesto honroso y edificante que no prosperó hasta 1866, año en el que tras persistir y acentuarse las tropelías contra su persona, el papa acogió su deseo. Desamparado por los integrantes de la obra que puso en marcha, solo pudo contar con la asistencia de dos hermanas suyas. Conviviendo junto a ellas, ejerció su labor predicadora por las parroquias colindantes a Le Mans hasta que el 20 de enero de 1873 entregó su alma a Dios. Fue beatificado por Benedicto XVI el 15 de septiembre de 2007 en esa ciudad.

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ZENIT Staff

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