Los supuestos restos mortales del sacerdote Camilo Torres, miembro del Ejército de Liberación Nacional (ELN) e ícono latinoamericano de la lucha guerrillera, fueron exhumados este martes en Colombia.
“El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses exhumó hoy, en el Cementerio Municipal de Bucaramanga (Santander), los restos de un hombre, de quien se presume podría tratarse del sacerdote Camilo Torres Restrepo”, señala la entidad adscrita a la Fiscalía en un comunicado.
“Esta labor se llevó a cabo luego de analizar documentación histórica y periodística que permite inferir que posiblemente los restos corresponderían al cura”, añade el Instituto de Medicina Legal, citando a Carlos Valdés Moreno, su director.
“Los restos exhumados serán trasladados a Bogotá para su análisis genético con el fin de obtener los perfiles necesarios y poder determinar la identidad”, explica el texto de la nota, al tiempo que precisa que “se hará el cotejo con el ADN de unos familiares para conocer los resultados lo más pronto posible”.
Juan Camilo Torres Restrepo fue un sacerdote colombiano, precursor de la Teología de la Liberación más extrema, cofundador de la primera Facultad de Sociología de América Latina, en la Universidad Nacional de Colombia, y miembro del ELN.
El 15 de febrero de 1966 murió en su primera batalla en Patio Cemento, en el departamento de Santander. La lucha de este revolucionario fue inspiración para la creación de diversas organizaciones sociales y políticas como Sacerdotes para el socialismo y el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Hace unos días, el presidente Juan Manuel Santos anunció haber ordenado la búsqueda de los restos de Torres como un gesto para iniciar un proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional.
El gobierno mantiene conversaciones preliminares con la segunda guerrilla de Colombia desde enero de 2014, con el fin de iniciar formalmente las negociaciones para poner fin a un conflicto armado que dura más de medio siglo.
La firma de un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con las que negocia desde hace más de tres años en Cuba, está cada vez más cerca.
En su reciente visita a la isla caribeña, el papa Francisco pidió que “la sangre vertida por miles de inocentes” sostenga los esfuerzos para lograr una definitiva reconciliación en las conversaciones entre el gobierno de Colombia y las FARC. “No tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación”, aseguró.
El conflicto interno colombiano, iniciado por las reivindicaciones sociales y al que se sumó el problema del cultivo de la droga y el narcotráfico, ha dejado al menos 220 mil muertos, decenas de miles de desaparecidos y más de seis millones de desplazados.