SEVILLA, 20 diciembre 2002 (ZENIT.org).- Este viernes, a las once de la mañana, las campanas de la Giralda de Sevilla repicaron en honor de Sor Ángela de la Cruz en vista de su próxima canonización, confirmada por la lectura del decreto de reconocimiento del milagro atribuido a su intercesión.
El proceso de canonización de la fundadora de la Compañía de la Cruz está previsto que se clausure a comienzos de 2003, una vez que se reúna en Roma el Consistorio de Cardenales, según informa la agencia Odisur.
Será entonces cuando se determine la fecha y el lugar exactos de la ceremonia en la que Sor Ángela será elevada a los altares como santa.
En el decreto que se hizo público este viernes, se recoge la curación milagrosa de la ceguera que sufría Teodoro Molina Navarro.
El arzobispo de Sevilla, monseñor Carlos Amigo Vallejo, estuvo presente esta mañana en el acto celebrado en la Sala Clementina del Vaticano, junto a la madre general de la Compañía, Reyes de María, y un grupo de religiosas.
A la salida mostró su satisfacción por la marcha del proceso de canonización y definió a Sor Ángela como una «figura muy relevante de la espiritualidad cristiana y del servicio a los más pobres».
Ángela de la Cruz Guerrero nació en Sevilla el 30 de enero de 1846, en el seno de una familia muy humilde. El 2 de agosto de 1875 fundó la Compañía de la Cruz en la misma ciudad con un objetivo: la «imitación de Cristo en pobreza, trabajo…». Murió el 2 de marzo de 1932.
Juan Pablo II la beatificó en Sevilla, el 5 de noviembre de 1982, durante su primera visita a España. La congregación fundada por Sor Ángela de la Cruz cuenta con 53 comunidades.