CIUDAD DEL VATICANO, 2 febrero 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II lanzó este domingo un llamamiento a la reconciliación nacional en Costa de Marfil, nación africana en la que la crisis desatada en septiembre se ha agudizado en los últimos días a causa de revueltas contrarias a los acuerdos de paz firmados en Francia.
«Una vez más mi pensamiento se dirige a Costa de Marfil, probada por una grave crisis que lacera a esas poblaciones», confesó el Papa al rezar el «Angelus» junto a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro.
«Recemos para que prevalezcan sobre las divisiones y las reivindicaciones los esfuerzos de quienes sienten en el corazón la unidad del país y el respeto de la legalidad», pidió el pontífice.
«Que los fieles católicos, en particular –añadió–, guiados por sus pastores, sepan actuar para que el diálogo y el respeto de las personas y de sus bienes sean aplicados y promovidos por todos».
Decenas de miles de personas se manifestaron por las cales de Abiyán este sábado protestando contra los acuerdos firmados el 24 de enero en París.
El viernes, pasado centenares de personas irrumpieron en el aeropuerto internacional de la ciudad tratando de acosar a las familias francesas que trataban de huir de la antigua colonia francesa.
Partidarios del presidente Laurent Gbagbo rechazan el pacto por considerar que hace excesivas concesiones a los rebeldes marfileños que han ocupado casi la mitad del país tras el golpe de estado fallido, el 19 de septiembre.
«Que María, Nuestra Señora de la Paz de Yamusukro, interceda por la reconciliación y la concordia de todos los fieles de esa querida nación», deseó Juan Pablo II.