Era el único viaje que había quedado pendiente en la agenda del Papa Juan Pablo II, quien había convocado este encuentro mundial tras las Jornadas de Toronto, en julio de 2002.
En el primer mensaje de su pontificado, el Papa Joseph Ratzinger saluda en particular a los jóvenes, «interlocutores privilegiados del Papa Juan Pablo II» y les dirige su «afectuoso abrazo en espera, si Dios quiere, de encontrarme con ellos en Colonia».
«Queridos jóvenes, futuro y esperanza de la Iglesia y de la humanidad, seguiré dialogando y escuchando vuestras esperanzas para ayudaros a encontrar cada vez con mayor profundidad a Cristo viviente, el eternamente joven», concluye la misiva pontificia.
En la agenda el Papa Karol Wojtyla el viaje a Colonia debía tener lugar entre el 18 y el 21 de agosto.
Según ha revelado el cardenal Joachim Meisner, arzobispo de Colonia, nada más ser elegido Papa este martes, en la misma Capilla Sextina, Benedicto XVI le confirmó su intención de participar en las Jornadas. Es por tanto una de las primerísimas decisiones de su pontificado.
