El Papa constata la tentación actual de hacer una religión «self service»

Audiencia del Papa a los participantes en la Asamblea general del PIME

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CIUDAD DEL VATICANO, 1 junio 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha dado este viernes un impulso decisivo a la obra del Pontificio Instituto de las Misiones Extranjeras (PIME), una de las familias misioneras más grandes en la Iglesia católica, y ha pedido su compromiso ante la tentación del hombre de hoy de elaborar una religión «self service».

Al recibir a sus superiores este viernes, dejó un consejo particular a los misioneros del PIME: «La espiritualidad de comunión es el testimonio de Cristo más verdadero que podéis dar al mundo».

El PIME cuenta hoy con 569 religiosos, 496 de ellos sacerdotes. Su característica es que todos sus miembros están dedicados únicamente a las misiones. Están presentes particularmente en Asia y África.

El obispo de Roma les entregó un discurso en el que agradece al PIME su obra misionera y hace una panorámica de los desafíos que han de afrontar estos misioneros: «Ciertamente las dificultades y problemas que la humanidad, en su complejidad, tiene que afrontar, deben ser tenidos en su justa consideración. Pienso, por ejemplo, en el emerger de nuevas visiones planetarias como la globalización, el etnocentrismo, la tentación de construirse una religión «self service». Pienso en la cerrazón de muchos países a la presencia de misioneros a la evangelización directa».

Ante estos desafíos y ante la falta de sacerdotes, el Papa pidió al PIME valorar la dimensión de los laicos en el empeño misionero y la urgencia de reevangelizar a las Iglesias más antiguas: «También en los países de antigua evangelización se necesita una nueva evangelización, por no decir incluso un primer anuncio».

Entre los 45 miembros de la asamblea estaban también los componentes de la nueva dirección general, elegidos en los días pasados. El nuevo superior general, el padre Gianbattista Zanchi, ha dirigido unas palabras de saludo al Papa, subrayando el tema de fondo de la Asamblea del PIME: reafirmar la identidad de misioneros para estar dispuestos a ir a puestos de frontera, allí donde la Iglesia, por motivos políticos o históricos, es obstaculizada en su libertad y actividad.

Entre los presentes en la audiencia estaban los padres Enrico Fidanza y Alberto Caccaro, quienes, terminados los trabajos de la asamblea, partirán como misioneros para Camboya.

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ZENIT Staff

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