Francisco: ¡Qué importante es revalorizar el matrimonio y la familia!

En la audiencia de este miércoles explica la reciprocidad y complementariedad entre hombre y mujer

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Una semana más, el Papa ha pasado la mañana del miércoles en la plaza de San Pedro junto con fieles y peregrinos venidos de todas las partes del mundo para escuchar su catequesis, en el día que se celebra la Jornada de la Tierra.

El Santo Padre ha exhortado en la misma a “ver el mundo con los ojos de Dios Creador: la Tierra es el ambiente a cuidar y el jardín a cultivar”. La relación de los hombres con la naturaleza –ha explicado– no sea guiada por la codicia, la manipulación y la explotación, sino que conserve la armonía divina entre las criaturas y la creación en la lógica del respeto y del cuidado, para ponerla al servicio de los hermanos, y también de las generaciones futuras. Francisco ha pronunciado estas palabras, durante la audiencia general.

Apenas llegado a la plaza, Francisco ha paseado con el jeep descubierto entre los fieles, saludando y bendiciendo a los presentes. Mientras agitaban sus banderas y mostraban su alegría y entusiasmo, el Papa respondía también con alegría a la acogida. En un momento del recorrido, se ha bajado del papa móvil para conversar unos minutos con una anciana en silla de ruedas que estaba en primera fila. También hoy ha intercambiado el solideo con el que le ofrecía un peregrino presente entre la multitud.

En el resumen de la catequesis que el Pontífice ha hecho en español, ha indicado que hoy “hemos reflexionado sobre el segundo capítulo del Génesis, donde leemos que Dios creó al hombre como culmen de toda la creación. En este relato, el hombre aparece por un momento sin la mujer, libre y señor, pero esta solo, se siente solo. Dios mismo reconoce que esta realidad no es buena, que es una falta de plenitud y de comunión, y por tanto decide crear a la mujer. El hombre la reconoce inmediatamente como alguien que le es recíproco y que lo complementa, no como un reflejo o una réplica de sí mismo”.

Asimismo, ha asegurado que “Dios deposita en el hombre y en la mujer una confianza plena, pero el maligno pone en su corazón la sombra de la sospecha y la desconfianza, llevándoles a la desobediencia a Dios y a destruir la armonía entre ellos. Su relación empieza a verse asediada por mil formas de seducción engañosa, de humillación e incluso de violencia. Todo esto ha ido aumentando la desconfianza entre ellos y la dificultad de una alianza plena entre el hombre y la mujer, capaz de una relación íntima de comunión y de respeto de las diferencias».

Al mismo tiempo, prosiguió el Pontifice «se ha ido desvalorizando socialmente la alianza estable y generadora entre ambos, lo que siempre constituye una gran pérdida para todos”. De este modo ha exclamado “¡Qué importante es que se revalorice el matrimonio y la familia!”. Finalmente ha recordado que “el ejemplo de Dios misericordioso, que nunca abandona a la pareja que pecó, sino que cuida de ellos con ternura y amor paternal, debe avivar en los creyentes la vocación y el compromiso de proteger y sostener esta alianza de vida y amor que Dios ha querido para el hombre y la mujer”.

A continuación ha saludado a los peregrinos de lengua española, “en particular a los grupos provenientes de España, Argentina y México, así como a los venidos de otros países latinoamericanos”. A ellos ha pedido “que imitando a nuestra madre la Virgen María, aprendamos a obedecer a Dios y a fortalecer, entre los hombres y mujeres de hoy, la armonía primera con la que fueron creados y queridos por Dios. Que Dios los bendiga”.

Al finalizar los saludos en las distintas lenguas, el Papa ha dirigido un pensamiento especial a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. A todos ellos les ha pedido que aprendan de la Virgen María a vivir este Tiempo Pascual, “concediendo espacio a la escucha de la Palabra de Dios y a la práctica de la caridad, viviendo con alegría la pertenencia a la Iglesia, la familia de los discípulos de Cristo Resucitado”.

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Staff Reporter

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