Durante el rito del lavatorio de los pies los presentes en la catedral del Papa fueron invitados a realizar un acto de caridad a favor del proyecto de reconstrucción de casas para las víctimas de los devastadores derrumbes que han golpeado el territorio de la diócesis de Maasin, en ese país.
La suma de dinero recogida fue entregada al Santo Padre en el momento de las ofrendas.
El obispo de Maasin en declaraciones a «AsiaNews», ha reconocido que se siente «conmovido» por el hecho de que el Papa «siga pensando en la situación de su diócesis», afectada por una serie de derrumbes desde los primeros días de febrero.
«La situación en la zona –explica el prelado a la agencia del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras– ha mejorado ligeramente y el trabajo de rehabilitación de los centros de acción social de la diócesis y de otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales continúa».
Según datos de la Conferencia Episcopal de Filipinas, el fango cubrió la zona el 17 de febrero acabando con la vida de 972 personas y causó daños por un valor de cuatro millones de dólares estadounidenses.
El desastre, provocado por dos semanas de lluvia intensa, destruyó Guinsaugon –en la zona sureña de la isla de Leyte, en el Este del archipiélago filipino–, donde vivían unas 1.800 personas. Según declaraciones de los habitantes, los desaparecidos podrían ser unos 1.200.