CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 2 abril 2004 (ZENIT.org).- Según Juan Pablo II, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de hacer presión para lograr la reanudación del diálogo entre palestinos e israelíes, senda para acabar con el «ciclo infernal» de violencia en Oriente Medio.
El pontífice volvió a elevar su voz ante el «terrible conflicto que sigue desgarrando» Tierra Santa al recibir este viernes las cartas credenciales del nuevo embajador del Líbano ante la Santa Sede, Naji Abi Assi.
«La comunidad internacional no puede huir de sus responsabilidades con el pretexto de otras urgencias, sino que debe asumirlas valientemente», constató.
Por ello, añadió, debe invitar «a todas las partes en causa, y ante todo a los israelíes y palestinos, a reanudar el diálogo sin dilación para poner los medios que acaben con el ciclo infernal de violencia recíproca».
«Esta es la condición necesaria para una solución global del conflicto que tiene que involucrar al conjunto de los países de la región», añadió.
«No se podrá restablecer una paz duradera en esta región del mundo sin valentía política, sin la firme determinación para reconocer los derechos de cada quien, incluidos los del adversario para emprender con él el camino de la paz, en el respeto de la justicia», siguió indicando.
Esto exige también, subrayó, «la aceptación del recurso al perdón mutuo para curar las terribles heridas infligidas por las violencias mutuas durante años tan largos y por tantas vidas desgajadas».
«¡Que todos los responsables políticos escuchen este llamamiento a trabajar activamente y sin retraso por reanudar los lazos, al servicio del restablecimiento tan esperado de la paz!», concluyó el Papa.
