Misioneros de San Carlos Borromeo, una nueva «experiencia de comunión»

Cardenal Ruini en el 20 aniversario de la Fraternidad

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ROMA, lunes, 19 septiembre 2005 (ZENIT.org).- El cardenal Camillo Ruini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, alabó el sábado, durante la celebración de una Eucaristía, la «experiencia de comunión», de los miembros de la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo.

El purpurado tomó la palabra en una misa, en Santa María la Mayor de Roma, a la que asistieron más de setecientas personas, presidida por el cardenal Bernard Francis Law, arcipreste de la Basílica, con motivo del vigésimo aniversario de la fundación de la Fraternidad.

Fundada en 1985 por monseñor Massimo Camisasca, fue reconocida como Sociedad de vida apostólica de derecho pontificio por Juan Pablo II, el 19 de marzo de 1999.

Con 120 miembros, sacerdotes y seminaristas, distribuidos en 25 casas de 16 países en cuatro continentes, se propone contribuir a la misión de la Iglesia, según el carisma del movimiento eclesial Comunión y Liberación (CL), fundado por el fallecido monseñor Luigi Giussani.

La primera misión fue establecida en Brasil, y siguieron Irlanda, Francia, Estados Unidos, Siberia, Alemania, Austria, España, Portugal, América, África y Asia.

En su saludo, monseñor Camisasca subrayó la positiva relación entre la Fraternidad y la Diócesis de Roma, que «ha sido la primera en tener la caridad de reconocernos y apoyarnos».

«Cuanto más se manifiesta la obra de Dios en toda su grandeza, tanto más aparecen nuestras personas pequeñas y pasajeras y, sin embargo, al mismo tiempo, instrumentos necesarios para el Señor, que nos ha elegido para una aventura tan grande», afirmó el fundador de la Fraternidad.

El cardenal Camilo Ruini inició su homilía leyendo el telegrama con la Bendición Apostólica de Benedicto XVI. El Papa dirige «un pensamiento de buen augurio a toda la comunidad recordando con gratitud al llorado monseñor Luigi Giussani fundador de Comunión y Liberación», auspiciando «renovado fervor apostólico y propósitos de constante fidelidad a Cristo y a la Iglesia« e invocando por intercesión de la Virgen Santa la «continua asistencia divina a la entera Fraternidad».

El cardenal, tras recordar su amistad con el fundador de la Fraternidad, se detuvo en la figura de monseñor Giussani, en cuyo carisma ésta se arraiga. Recordó la urgente invitación que Juan Pablo II dirigió a los miembros de CL en 1984: «Id a todo el mundo a llevar la verdad, la belleza y la paz de Cristo Redentor».

Pero, precisó el vicario de Roma, «todo esto por lo que damos hoy gracias a Dios no habría sido ni siquiera imaginable sin don Giussani. Esta obra debe a don Giussani no sólo su carisma, sino también su impronta pedagógica y la pasión comunicativa que anima la misión de sus miembros».

«Debe a don Giussani una compañía paterna, que el sacerdote lombardo fundador de Comunión y Liberación le ha siempre garantizado personalmente; una compañía que ha asumido, en diversas ocasiones, la forma de la cercanía, el apoyo, el impulso hacia el futuro», añadió.

Hablando del Seminario de la Fraternidad de San Carlos, Ruini subrayó que ciertamente la formación filosófica y teológica tiene un peso importante, pero que es más importante aún «esta experiencia de la comunión, el lugar en el que Cristo redime a la persona para poderla luego enviar como instrumento dócil de su voluntad».

«En todo esto, la gracia particular que los seminaristas y los sacerdotes de la Fraternidad de San Carlos están viviendo es la de la convivencia con su fundador», subrayó.

«No podrá haber formación de los seminaristas y sacerdotes, no podrá haber educación de los jóvenes, no podrá haber renacimiento de un pueblo cristiano, sin esta fundamental experiencia; la relación directa y viva de los seminaristas y de los sacerdotes con sus superiores y sus formadores; relación de amistad y al mismo tiempo de paternidad recibida», subrayó el purpurado.

El cardenal Ruini concluyó invocando al Señor para que »muchos jóvenes acepten su invitación a unirse a vuestra obra con pasión, inteligencia y santidad».

[Más información sobre la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo en www.fscb.org]

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ZENIT Staff

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