CIUDAD DEL VATICANO, martes, 6 febrero 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha nombrado tres nuevos miembros del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos, institución vaticana que colabora en la preparación del Congreso mundial de 2008 en Canadá.
Según informó ste martes la Oficina de Prensa de la Santa Sede los nuevos miembros son el arzobispo Robert Sarah, secretario para la Evangelización de los Pueblos; el obispo Brian Farrell L.C., secretario del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, y el padre Réal Tremblay, C.SS.R., consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El próximo Congreso Eucarístico Mundial se celebrará en la ciudad canadiense de Quebec, del 15 al 22 de junio de 2008 (http://www.cei2008.ca).
El cardenal eslovaco Jozef Tomko, de 82 años, prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, es el presidente de este Comité.
El Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, que fue constituido y erigido en 1879 por el papa León XIII, con Estatuto aprobado en 1986 por el papa Juan Pablo II, se encuentra en el Palacio de San Calixto en la Ciudad del Vaticano.
Los fines y competencias del Comité consisten, desde los principios, en «hacer conocer, amar y servir cada vez más a Nuestro Señor Jesucristo en su Misterio Eucarístico, centro de la vida y misión de la Iglesia para la salvación del mundo» («Estatuto», Art. 2).
Por consiguiente, el comité promueve la preparación y celebración periódica de los congresos eucarísticos internacionales.
Para poder asegurar una adecuada preparación pastoral de tales Congresos, el Comité:
–pide a las Conferencias Episcopales y a los Patriarcados Sinodales que nombren a Delegados Nacionales, los cuales se encargan de la preparación de los Congresos y, cuando sea necesario, constituyen -con la aprobación y colaboración de la autoridad eclesiástica local- Comités Eucarísticos Nacionales;
–favorece y da preferencia a las iniciativas que, en armonía con las disposiciones vigentes de la Iglesia, se proponen incrementar la comprensión del Misterio Eucarístico y la participación de los fieles en todos sus aspectos, desde la celebración de la Eucaristía a su culto «extra missam», hasta su irradiación en la vida personal y social (cfr. Estatuto, Art. 3 a, b, c,).
