Exaltación de la Cruz, 14 sept. 2018 © Vatican Media

Exaltación de la Cruz, 14 sept. 2018 © Vatican Media

Santa Marta: "Los 'malos tiempos' pueden ser iluminados por la Cruz"

Fiesta de la Exaltación de la Cruz

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

(ZENIT – 14 sept. 2018).- «No temamos a los ‘malos tiempos’, que pueden ser iluminados por la misma cruz, signo de la victoria de Dios sobre el mal»: Es el mensaje que ha ofrecido el Pontífice Francisco en su homilía de esta mañana, en la misa matutina en la Casa de Santa Marta.
Contemplar la Cruz, «signo del cristiano» –ha invitado el Papa– es para nosotros «contemplar un signo de derrota pero también un signo de victoria». En la Cruz «todo lo que Jesús había hecho en la vida» fracasa, y toda la esperanza de la gente que siguió a Jesús, termina.
No tener miedo
El Santo Padre ha exhortado en la Eucaristía a no tener miedo de «contemplar la Cruz como un momento de derrota, de fracaso».
«Cuando Pablo reflexiona sobre el misterio de Jesucristo –ha explicado– nos dice cosas fuertes, nos dice que Jesús se vació de sí mismo, se aniquiló, se volvió pecado hasta el final, asumió todo nuestro pecado, todo el pecado del mundo: era un «trapo», un hombre condenado. Pablo no tuvo miedo de mostrar esta derrota e incluso esto puede iluminar nuestros momentos feos, nuestros momentos de derrota, pero también la Cruz es un signo de victoria para nosotros los cristianos».
Frente al crucifijo
Nuestra vida continúa –aclara el Papa– con Cristo vencedor y resucitado, que nos envía el Espíritu Santo, pero también con ese perro encadenado, «al que no debo acercarme porque me morderá».
«La Cruz nos enseña esto, que en la vida hay fracaso y victoria. Debemos ser capaces de tolerar las derrotas, de soportarlas pacientemente,  las derrotas, incluso de nuestros pecados porque Él pagó por nosotros. Tolerarlas en Él, pedir perdón en Él pero nunca dejarse seducir por este perro encadenado. Hoy será hermoso si en casa tranquilos nos tomamos 5, 10, 15 minutos delante del crucifijo, o lo que tenemos en casa o aquel del rosario: mirarlo, es nuestro signo de derrota, que provoca persecuciones, que nos destruye, pero es también nuestro signo de victoria porque Dios ha ganado allí».

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación