El santo padre Francisco y el arzobispo de Canterbury y primado anglicano, Justin Welby se han reunido esta mañana en el Vaticano "como compañeros de viaje que siguen al Señor, colaboradores de su viña, peregrinos sobre el camino hacia su Reino", según ha indicado el Papa en su intervención. Durante el encuentro, después del coloquio privado, ambos han pronunciado un discurso y se han intercambiado los regalos. Para finalizar, han tenido un momento de oración común en la capilla Urbano VIII.
Francisco en su discurso ha manifestado que pide al Señor para que "el encentro de hoy contribuya a fortalecer nuestros lazos de amistad y a reforzar nuestro compromiso para la gran causa de la reconciliación y de la comunión entre los creyentes en Cristo".
Haciendo referencia a las palabras de Jesús: "¿De qué discutíais por el camino?", el Papa ha señalado que "también a nosotros el Señor parece hacernos esa pregunta". Porque cuando Jesús hizo esta pregunta a sus discípulos ellos se quedaron en silencio porque tenían vergüenza, ya que discutían sobre quién era el más grande. "También nosotros nos sentimos confundidos por la distancia que existe entre la llamada del Señor y nuestra pobre respuesta", ha observado.
Además, ha añadido que "delante de su mirada misericordiosa no podemos fingir que nuestra división no es un escándalo, un obstáculo al anuncio del Evangelio, a la salvación al mundo".
Por otro lado, el Pontífice ha indicado que "el objetivo de la plena unidad puede parecer lejano, pero permanece siempre la meta hacia la que debemos orientar cada paso del camino ecuménico que estamos recorriendo juntos".
Asimismo, Francisco ha afirmado que "nuestro progreso hacia la plena comunión no será simplemente el resultado de nuestras acciones humanas, sino don libre de Dios. El Espíritu Santo nos da la fuerza de no desanimarnos y nos invita a fiarnos con plena confianza de su acción poderosa".
A continuación, ha recordado que como discípulos, "sabemos que la fe ha llegado a nosotros a través de muchos testimonios", por lo que "estamos en deuda con grandes santos, maestros y comunidades que nos han transmitido la fe a lo largo de los siglos y que dan fe de nuestras raíces comunes".
La Comisión internacional anglicano-católica y la Comisión internacional anglicano-católica por la unidad y la misión, constituyen ámbitos particularmente significativos para examinar, en espíritu constructivo, los viejos y los nuevos desafíos del compromiso ecuménico; ha observado el Papa en su discurso.
Francisco ha querido recordar que cuando él y Welby se encontraron por primera vez hablaron de las preocupaciones comunes y del dolor mutuo frente a los males que afligen a la familia humana. "En particular, hemos expresado el mismo horror frente a la plaga de la trata de personas y las distintas formas de esclavitud moderna", ha afirmado.
Y el Santo Padre ha dado las gracias al arzobispo de Canterbury "por el compromiso que demuestra al oponerse a tal crimen intolerable contra la dignidad humana". A propósito, el Pontífice ha hecho mención de las actividades de cooperación tanto en campo ecuménico, como con autoridades civiles y organizaciones internacionales. "Nos comprometemos a perseverar en la lucha contra las nuevas formas de esclavitud confiando poder contribuir a dar alivio a las víctimas y a contrastar este trágico comercio".
Al concluir, el Papa le ha pedido a Welby que no se olvide de las tres 'p'. "¿Tres 'p'?" ha preguntado el arzobispo. Francisco le ha explicado: "Prayer, peace and poverty" (oración, paz y pobreza), añadiendo "tenemos que caminar juntos". Y Welby ha repetido "tenemos que caminar juntos".