ALMERÍA, domingo, 23 noviembre 2008 (ZENIT.org).- El galardón de carácter provincial en el ámbito de lo social que, junto a otros reconocimientos, otorga la Diputación Provincial de Almería, en la celebración anual del día de la provincia, recayó por acuerdo de la Corporación, este año 2008, en Cáritas Diocesana.
La celebración, cada año, se fija en fecha que recuerda la creación de la Diputación, en el siglo XIX, por cédula de la Reina Isabel II, para apoyo a los municipios.
El distintivo concedido a Cáritas por su labor social en la provincia -informa en Odisur la Diócesis de Almería--, fue recibido por la directora diocesana de la institución, en representación de todas las Cáritas de Almería. El acto de entrega tuvo lugar en el pueblo de María, municipio de la sierra norte de la provincia, de 1.500 habitantes, designado este año como lugar de la celebración del Día de la Provincia, en un ambiente de fiesta popular.
El acto se inició partiendo bajo mazas la Corporación Provincial y la Municipal, autoridades y galardonados, desde el Ayuntamiento en la plaza del pueblo, hasta el Pabellón Municipal donde se celebró la entrega de medallas y se ofreció un concierto por la banda sinfónica provincial, seguido de un aperitivo.
En el acta de la concesión, acordada en sesión del pasado 29 de octubre, la Diputación manifiesta los motivos del galardón a Cáritas diocesana: "En su acción social... asume desde hace años el compromiso de informar, denunciar y sensibilizar a la opinión pública sobre las situaciones de pobreza y vulnerabilidad, sus causas, consecuencias y la posibilidad de participación en el cambio. Su espíritu de esfuerzo personal se realiza en ámbitos nacionales e internacionales, pero contempla, igualmente, la intervención en el entorno más próximo, en el que nos rodea a todos a diario".
Tras la entrega, efectuada por el presidente en presencia de los diputados provinciales, miembros de la corporación municipal de María, alcaldes de la provincia y numeroso público venido de toda la geografía almeriense, la directora diocesana de Cáritas tuvo palabras de agradecimiento, recordando que "allí donde la Iglesia se hace viva y presente por la fe de los católicos, se abre el reto de expresar, con la fe en el Dios revelado en Jesucristo, la fe en el hombre, en la dignidad de la persona, que conlleva, indisolublemente, el amor a los más desfavorecidos, sea cual sea la causa y el problema que padezcan; sea cual sea la raza y el credo que profesen."
Al expresar su agradecimiento en nombre de Caritas, manifestó que la medalla viene a ser el reconocimiento del beneficio social que se desprende de la presencia pública de la Iglesia en la sociedad almeriense.
Luego remitió el honor que representa a los 454 voluntarios repartidos por las distintas parroquias, y a los diez profesionales empleados en la entidad diocesana, por cuyas manos, buena inteligencia, esfuerzo y voluntad, dedicación y entrega -manifestó- Cáritas ha hecho llegar "la escucha, el acompañamiento la acción asistencial y la propuesta de promoción, atendiendo a 10.602 personas" durante el pasado año 2007.
"Es evidente que no lo podemos todo, dijo la directora en su breve intervención, pero es bueno que se descubra a través de esta dedicación, la necesidad que acucia a tantas personas y, sobre todo, es necesario que sea posible advertir las causas del problema que agobia a los que viven o vienen a buscar la vida entre nosotros".
Por último señaló que, con el mayor respeto y afecto, debía dedicar el galardón a los que son atendidos por Cáritas: "a los que se orillan o quedan orillados de los bienes de la tierra; a los que sufren la marginación y la exclusión o se autoexcluyen socialmente por tantas causas que, sean cuales fueren, a todos nos interpelan y conciernen, porque no hay pueblo ni sociedad digna de la humana condición, si no los tiene en cuenta".