Por H. Sergio Mora

ROMA, domingo 18 marzo 2012 (ZENIT.org).- El libro "Shahbaz Bhatti. La vida y el martirio de un cristiano en Pakistán", de Roberto y Roberto Zuccolini Pietrolucci fue presentado este viernes 16 en la basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina. La imagen que surge es la de un ministro de Pakistán, un ferviente católico que fue martirizado por querer el diálogo con todas las minorías de su país, un diálogo genuino y no relativista, porque partía sin renunciar a su fe.

Entre los oradores estuvieron Andrea Riccardi, ministro de Cooperación Internacional e Integración; Paul Bhatti, consejero especial del primer ministro de Paquistán para los Asuntos de las Minorías; Mark Tarquinio, director del diario Avvenire; y el cardenal Jean-Louis Pierre Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Estuvieron presentes los autores ante unas 800 personas.

Esta basílica de San Bartolomé conserva expuesta la Biblia que acompañaba a Shahbaz, y con la cual había rezado antes de ser asesinado.

Cardenal Tauran: "No un mártirio contra otros, pero dar vida por todos"

El cardenal Jean Louis Touran en sus palabras calificó a Shahbaz como un "mártir del diálogo", consciente de que su vida de político le podía costar muy caro. Una persona que en las fotos se ve con una mirada de fuerza y dulzura.

Y el purpurado refirió que la última vez que se vieron en el aeropuerto de Islamabad, le confió: "Yo sé que me van a matar doy mi vida en favor del diálogo interreligioso".

Su eminencia recordó que el cristiano siempre será incómodo en un mundo que tiene dificultad en aceptar el escándalo de la cruz e invitó a entender la figura del martirio de Shahbaz "que no es un martirio contra los otros, sino dar su vida en favor de todos".

Después de la presentación, ZENIT le preguntó a su eminencia si hay razones para abrir un proceso de beatificación de Shahbaz, a lo que el cardenal respondió que es la Iglesia local la que debe tomar la iniciativa y añadió: "Es una figura, un verdadero mártir, no hay duda”.

Sobre el verdadero dialogo indicó el cardenal Tauran, "para que sea auténtico y fructífero, las partes deben empezar por afirmar su fe, contrariamente es relativismo, porque no se puede dialogar en un ámbito que no tenga una base". Porque “la primera cosa en el diálogo es que las partes conozcan el contenido de su fe y la religión, para que puedan dialogar con las ideas claras. Él conocía el catecismo de la Iglesia católica, tenía las ideas claras, por lo que su diálogo era fructífero, con él no había relativismo.”

Director de Avvenire: "Él nunca pensó en abandonar su país"

El director del diario Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana, destacó que "Shahbaz era un hombre que nunca pensó abandonar Pakistán, como sucede en otros países donde las minorías son perseguidas". Sostuvo que "su figura emerge con toda claridad y nos invita a mirar más allá de los horizontes un poco miopes". No una certeza improvisada "sino una decisión que tomó desde muy joven, porque 17 años ya había decidido trabajar por las minorías y el diálogo, no como un opcional, sino como un elemento fundamental".

Riccardi: "Él no buscó la muerte, pero no retrocedió delante del peligro"

El ministro italiano ha considerado apropiado publicar un libro que coincide con el primer aniversario de la muerte de Shahbaz, "para no olvidar" en una época donde todo tiende a ser banalizado.

“Porque medirnos nos obliga a reflexionar sobre nuestra manera de ser ciudadanos del mundo y de ser cristiano” dijo. Un hombre que tenía en la Biblia un compañero de su vida diaria. Una persona que no ha buscado la muerte, pero no ha dado marcha atrás ante el peligro. Que no renunció a su ministerio, el de ser ‘ministro’ en el sentido más profundo, es decir servidor.

Riccardi consideró que Shahbaz vio en la raíz de Pakistán, una visión pluralista, democrática y laica. Ni teocrática, ni conducida por los militares. Un hombre que sintió su destino fuera de Paquistán, un cristiano orgulloso de ser paquistaní, que se traducía también en un servicio a los musulmanes en cuanto un factor de pluralismo.

El ministro italiano concluyó recordando que "Shahbaz sabía que estaba bajo el fuego de los talibanes y Al Qaeda". "Creemos que ejemplos como estos deben ser más conocidos y ayudarnos a entender, porque la historia está llena de sorpresas y a veces las historias más difíciles se abren de manera inesperada". Y concluyó recordando que "él era un católico convencido de que Jesús era la fuerza de su vida".

El hermano de Shahbaz: "Nos indicó que la dignidad humana no tiene precio"

El hermano de Shahbaz, Paul Bhatti dijo que el asesinato de su hermano "nos ha enseñado que la dignidad humana no tiene precio". Y narró que desde niño se veía en él un carisma especial y una gran fe, un hombre que no sólo predicaba sino que también practicaba. Que a los18 años sufrió la acusación de blasfemia.

Paul contó que el primer ministro de Canadá dijo: "Hablé con él cinco minutos, lo que ha cambiado toda mi vida". Y narró diversos e importantes particulares sobre cómo Shahbaz a pesar de sus ocupaciones tomaba en consideración la vida de su familia.

Desde el Partido de la Liberación Cristiana a la Alianza de Todas las Minorías

Indicó que su hermano menor había fundado el Partido de Liberación Cristiana, pero después se dio cuenta de que tenía que cambiarlo en Alianza de Todas la Minorías, “porque la religión no debe dividir, sino unir".

No por caso en el funeral de su hermano vio a tanta gente, muchos de ellos importantes lloraban por Shahbaz, dándose cuenta de que él era un hombre de Dios.

Deseo de diálogo, pero también de justicia

Si había un fuerte deseo de diálogo no faltaba el justicia, por ejemplo cuando un pueblo cristiano fue incendiado, Shahbaz quiso que la policía encontrase rápidamente a los responsables, y se sentó en las vías del tren hasta que hallaron a los autores.

"Temíamos por su vida"

Paul recordó que temiendo por su vida lo habían invitado a permanecer en Italia y de no regresar a Paquistán, pero él respondió: "¿Quién me puede garantizar que en Italia no existe la muerte?".

Cambiar los factores que producen el fundamentalismo

Y cómo Shahbaz luchó para cambiar la ley contra la blasfemia, pero sobre todo para cambiar una mentalidad que tiene sus raíces en los problemas del analfabetismo y la pobreza, debido a la difícil situación que viven estos países. Porque mientas en Italia se habla de la crisis que se traduce en algunas limitaciones, allá se trata de supervivencia.

Y al concluir mencionó entre los resultados concretos de su muerte, que ahora en Pakistán, de los 54 parlamentarios, dos son elegidos por las minorías.