ROMA, 20 agosto (ZENIT.org).- La «cruz de los jóvenes» visitará Cuba. La idea partió del cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Lucas Ortega y Alamillo, que encabezaba el grupo de 60 jóvenes católicos cubanos participantes en las Jornadas Mundiales de la Juventud, y que el pasado viernes se encontraron en grupo con Juan Pablo II.
Se trata de una simple cruz de madera oscura que el pontífice entregó a los muchachos del mundo en 1984, cuando se instituyó en Roma la Jornada Mundial de la Juventud, para que la llevasen por todos los rincones de la tierra.
La cruz presidió las jornadas de la juventud de Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (1989), Czestochowa (Polonia, 1991), Denver (Estados Unidos, 1993), Manila (1995) y París (1997), las otras ciudades no italianas donde se celebró en años pasados esta jornada.
A Roma llegó hace varios días, a hombros de jóvenes italianos, después de haber recorrido 80.000 kilómetros. En preparación de las Jornadas Mundiales de la Juventud del año 2000, en Roma, recorrió todas las provincias italianas. En muchos casos, los jóvenes la llevaron a pie a lo largo de cientos de kilómetros.
Ahora, tras el gran encuentro de más de dos millones de jóvenes con el sucesor de Pedro, la «cruz de los jóvenes» partirá el próximo septiembre hacia Cuba, donde recorrerá todas las diócesis de la isla.