CIUDAD DEL VATICANO, 16 agosto (ZENIT.org).- La Sala de Prensa de la Santa Sede ha emitido un comunicado oficial para manifestar «la alegría total» que experimenta Juan Pablo II tras el extraordinario inicio de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que tuvo lugar ayer, 15 de agosto, en la tarde y noche.

A pesar de que pasó casi cuatro horas con los jóvenes en las dos plazas más grandes de Roma (la de la Basílica de San Juan de Letrán y la de San Pedro del Vaticano), con un calor que en ocasiones se hacía insoportable, al pontífice se le pudo ver tan entusiasmado como los cientos de miles de jóvenes que le escuchaban. En varias ocasiones bromeó con ellos y el encuentro se convirtió en una continua serie de saltos al protocolo por parte del obispo de Roma.

El comunicado de prensa de la Santa Sede confirma que la satisfacción del Papa se debe «al clima de fiesta y al entusiasmo con el que los más de 700 mil jóvenes presentes ya desde ayer vivieron el inicio de su Jubileo, acogiendo con el frescor y espontaneidad propios de su edad su invitación a profundizar en la amistad con Cristo y a testimoniar su propia fe».

Según la Agencia italiana para el Jubileo, en las primeras veinticuatro horas de las Jornadas Mundiales de la Juventud se ha registrado un 30 por ciento más de participantes con respecto a las previsiones. La mayoría de los 2741 alojamientos (escuelas, cuarteles, parroquias, etc.) están completos. Las secretarías de acogida están buscando más lugares para albergar a quienes llegan sin haber hecho la inscripción previa.

Pero los jóvenes están dando otra gran satisfacción al Papa: «a las 7:00 de esta mañana --continúa diciendo en el comunicado el vicedirector de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini-- más de 20 mil jóvenes comenzaron a cruzar la puerta santa».

El símbolo de atravesar la puerta santa constituye el momento jubilar por excelencia y es signo del deseo de conversión propios del año santo. La puerta de la Basílica de San Pedro estará abierta hasta el próximo viernes desde las 7:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche. Cada dos horas están cruzando la puerta 20 mil jóvenes. Se trata de un gesto que demuestra al Papa que estos cientos de miles de chicos y chicas no han venido a Roma a hacer turismo, sino a vivir una experiencia de fe.