TURIN, 26 sep (ZENIT.org).- La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal italiana (CEI), reunida en Turín, del 18 al 21 de septiembre, ha aprobado la presentación de los contenidos esenciales y de la estructura de las orientaciones pastorales de la Iglesia italiana para el nuevo decenio.
La propuesta, articulada sobre los temas de la esperanza y de la comunicación de la fe, será sometida al estudio de los obispos italianos.
En el documento, se reflexiona en primer lugar sobre la Jornada Mundial de la Juventud y se afirma que los jóvenes han recibido «una gran inyección de confianza» y han demostrado no ser cobardes en profesar abiertamente su fe. Afirman también que será necesario traducir en compromisos concretos las indicaciones de la Jornada.
El contenido del primer borrador de las orientaciones pastorales se articula en torno a tres ejes: la referencia al misterio de la Encarnación y a Cristo nuestro salvador y nuestra esperanza; el relanzamiento de la tarea misionera de la Iglesia «tratando de comprender –ha dicho el vicepresidente de la CEI, monseñor Renato Corti, en su presentación– cuál es el contexto en el que anunciar al Señor y cuáles son los desafíos, las oportunidades y las tareas que nos esperan»; y, en tercer lugar, la invitación, dirigida a todas las comunidades, «a optar por la renovación interior y una revisión del trabajo pastoral, de manera que puedan ser instrumento idóneo para comunicar el proyecto de Cristo sobre el hombre». Estos tres ejes han sido traducidos, en el borrador, en otros tantos capítulos.
En la discusión de la Comisión Permanente se han dado manifestaciones de aprecio al texto, sobre todo por su planteamiento centrado en Jesucristo y su concepción de la Iglesia. Se ha subrayado también la exigencia de dar espacio en el documento a las nuevas modalidades de evangelización y misión, que empeñan a sacerdotes y a los agentes pastorales laicos –en primer lugar la familia y los jóvenes– a la búsqueda de itinerarios de primer anuncio en los diversos ambientes de vida.
Entre las modalidades de anuncio más apropiadas al hombre de hoy, los obispos han subrayado especialmente la catequesis mistagógica (es decir el redescubrimiento de los dones recibidos en los sacramentos), la narración de la experiencia de fe a nivel tanto personal como comunitario, el compromiso cultural en los «areópagos» de nuestro tiempo y la pobreza, entendida ya sea como estilo distintivo de la vida cristiana, según el espíritu de las bienaventuranzas, ya sea como atención a las formas de marginación de la sociedad contemporánea.