En su telegrama, el pontífice «pide a Dios misericordioso que acoja en su luz eterna a los difuntos y que ofrezca consuelo a todos los heridos». Asimismo, «implora a la "Theotokos" --como llaman los griegos a la «Madre de Dios»-- que dé esperanza a las personas tocadas por esta tragedia y a los socorristas que han salido en su ayuda con valentía y desinterés de sus hermanos en desgracia».

La tragedia recuerda la catástrofe del Titanic, pues aunque las dimensiones son ciertamente inferiores, las causas del accidente se atribuyen, por el momento, a un descuido. El ferry griego «Express Samena» chocó en torno a las 22.00 horas locales contra una roca a dos millas del puerto de la isla de Paros, en las Ciclades, hundiéndose irremediablemente. Las autoridades griegas hablan de «criminales negligencias humanas». Parece que el capitán del ferry, arrestado, y parte del equipaje se distrajeron al ver un partido de fútbol en televisión.