CASTEL GANDOLFO, 1 septiembre (ZENIT.org).- El ritmo maratónico de este
Jubileo ha impedido a Juan Pablo II permanecer en la residencia pontificia
de Castel Gandolfo durante el mes de septiembre --como hacía todos los
años-- y en la tarde de hoy, regresó al Vaticano en helicóptero.

El Papa se despidió esta mañana del alcalde, de los concejales, de las
fuerzas del orden de esta localidad que se encuentra a unos 30 kilómetros
de Roma y confesó que se «siente mejor» después de las semanas que ha
pasado algo alejado del bochorno romano típico del mes de agosto.

«El clima fresco y la atmósfera tranquila de las colinas romanas me han
sentado bien y espero que los efectos saludables de este período me
acompañen en los próximos meses», confesó el Santo Padre.

«También este verano he podido experimentar la acogedora hospitalidad que
nos ha dispensado vuestra preciosa ciudad a mí y a mis colaboradores, así
como a las personas que han venido a visitarme», añadió.

En particular, el Papa agradeció la movilización de esta localidad para
acoger a «los numerosos jóvenes que han venido a Castel Gandolfo para
participar en la Jornada Mundial de la Juventud». «Estoy seguro --dijo el
Papa-- de que el gran encuentro de los jóvenes se os quedará grabado en la
memoria al igual que a toda la comunidad eclesial, como signo de esperanza
y poderoso estímulo para una valiente renovación espiritual y moral».

A las fuerzas del orden que en estas semanas han garantizado la seguridad
del Papa y de los peregrinos, Juan Pablo II les dijo: «Nunca olvido que
vuestra misión es importante y difícil, con frecuencia arriesgada y siempre
cansada. Requiere sacrificio y os exige que transcurráis muchas horas lejos
de vuestras casas y de vuestras familias. Precisamente por eso, pido al
Señor que os proteja y os dé serenidad a vosotros y a vuestros seres
queridos. Os doy nuevamente las gracias por vuestra presencia discreta y
eficaz».

El Santo Padre había llegado a Castel Gandolfo el 22 de julio, tras
disfrutar de doce días de descanso en las cumbres del Valle de Aosta.
Regresa ahora a Roma para afrontar el último tramo del Jubileo. El 3 de
septiembre comienza ya el Jubileo de los profesores universitarios. Otra de
las grandes citas escritas en la agenda pontificia será el Jubileo de la
tercera edad (17 de septiembre). El III Encuentro mundial del Santo Padre
con las familias (14-15 de octubre) será quizá el encuentro más
multitudinario de estos últimos meses del año 2000. Otras de las citas más
esperadas por el obispo de Roma son el Jubileo de los deportistas (29 de
octubre), el Jubileo de los gobernantes, políticos y parlamentarios (5 de
noviembre), y el Jubileo del mundo del espectáculo (17 de diciembre).

En estos meses, además, el Papa Wojtyla podría concluir su peregrinación
jubilar visitando Siria y Grecia, siguiendo las huellas de San Pablo. En la
Carta que escribió sobre su peregrinación a los lugares vinculados con la
historia de la salvación
(http://zenit.org/spanish/archivo/document/peregrinaciones.html), decía:
«En particular, desearía pasar por Atenas, en cuyo Areópago Pablo pronunció
un discurso memorable. Teniendo en cuenta el papel de Grecia en la
formación de la cultura antigua, se comprende por qué aquel discurso puede
ser considerado en cierto modo como el símbolo mismo del encuentro del
Evangelio con la cultura humana».